26/Apr/2024
Editoriales

Fidel parecía inmortal

Había pasado una década desde el desembarco de las tropas norteamericanas integradas por cubanos enemigos del comandante Fidel Castro en la Bahía de Cochinos, que terminó siendo una humillación internacional para el gobierno de Kennedy. En 1971 Castro visitaba la República de Chile, y la CIA recibió la orden de “bajar” al dirigente cubano. Dos avezados agentes estaban en la recepción equipados con cámaras de televisión que ocultaban armas automáticas, esperando el momento para disparar.

Pero a la mera hora, ninguno se atrevió a apretar el gatillo a pesar de tenerlo “a boca de jarro”, incorporándose este atentado a la larga y anecdótica lista de intentonas por eliminar al famoso líder cubano. Pretendieron envenenarlo con unas cápsulas milagrosas que vertidas en un tarro de cerveza no saben a nada, pero el que la bebe cae muerto fulminado; por esos días el comandante cubano anduvo de abstemio.

Luego trataron de introducir una bomba de plástico de 30 kilos oculta en una alcantarilla que, un agente disfrazado de pueblo común, debía detonar muy cerca de donde estaría Castro. Inexplicablemente hubo un cambio de ubicación del acto donde estaría el comandante Fidel. El colmo fue que prepararon para obsequiarle un habano especial que provocaba mareos y adelgazaba la voz, pues llegó un momento que buscaban no matarlo sino desprestigiarlo, pero a Castro no se le antojó después de comer, fumar. El comandante Fidel murió de viejo en el año de 2016.