07/May/2024
Editoriales

Diferencias entre el arte y el negocio

El negocio es materia de una ocupación lucrativa. Y ocio es, según el diccionario, las obras de ingenio que alguien forma en los ratos que le dejan libre sus principales ocupaciones.

Estoy de acuerdo en la primera definición, mas no en la segunda, pues existen los artistas profesionales que crean arte no por ociosos, sino como actividad principal.  

La primera es general, pues todos somos finalmente negociantes; trabajamos a cambio de alguna remuneración, que puede ser una retribución, una recompensa o un premio.  

Y la segunda ignora que los artistas profesionales trabajan, como todos, a cambio de algo: dinero, reconocimiento social, o aplausos, pues raramente lo hacen para guardar su obra en un armario personal.

Claro que hay grandes talentos artísticos en personas trabajadoras que en sus ratos de ocio crean arte, pero no se atreven a ser artistas profesionales por la incertidumbre del ingreso económico mínimo necesario para su mantenimiento y el de su familia. 

Ello induce a que mucha gente crea que los artistas no trabajan, que sólo se divierten. Esta última parte es cierta pues quien no disfruta de su trabajo siempre será mediocre. 

Pero los artistas profesionales son personas enamoradas de su arte, y lo ejecutan con tanta naturalidad y sencillez que transmiten la impresión de que cualquiera puede hacerlo y por lo mismo, en vez de trabajar se divierten.    

Estas definiciones que hoy analizamos no son nuevas, vienen desde los romanos antiguos, poco dados al ‘ocio fecundo’ como fueron los griegos. 

Para ellos negotium significaba ‘ocupación, quehacer, trabajo’ y por ello formaron esta palabra, que es en realidad una contracción del adverbio nec (no) y el sustantivo otium (ocio, descanso, recreación). 

La historia registra a la palabra negocio desde el siglo XII, en las obras de Berceo. 

Los latinos llamaban otium no sólo a la recreación sino también al tiempo dedicado a las artes. Así, otium litteratum significaba el tiempo libre que dedicaban a las letras. Y es por eso que aún quedan resabios del concepto que relaciona al artista con el ocioso, cuando abundan ejemplos de artistas profesionales que son muy trabajadores.