18/May/2024
Editoriales

Cobrar caro el parquímetro es buena y dolorosa medida

En los años setenta ya repetían los comerciantes regiomontanos el refrán sajón de ‘no parking, no business’, pues los locales comerciales sin estacionamientos automovilísticos ya no funcionaban.

 Antes de eso, había muy pocos automóviles y en consecuencia no hacían falta los cajones, pues los autos se estacionaban en el carril pegado a la banqueta derecha y siendo las calles de doble sentido, se desperdiciaban dos carriles y nadie se oponía, pues sobraban calles para tan pocos automóviles.

  Pero diez años más tarde, estacionar un automóvil ya era incómodo, pues no había espacios disponibles y en los arroyos de las calles apenas cabía el tráfico.

  Aún así había muchos abusos. Las calles cercanas a la Central de autobuses estaban llenas de automóviles que los viajeros dejaban estacionados hasta su regreso.

  La falta de espacios creció geométricamente, hasta llegar a ser toda una hazaña estacionarse, y eso que existen edificios exclusivos de estacionamiento. 

 Aunque ‘mal de muchos, consuelo de …’ la verdad, este fenómeno se presenta en todas las ciudades del mundo.

 El invento del parquímetro de poste con reloj vino a acabar con los abusos de ocupar un cajón de estacionamiento por varios días, al cabo ‘no costaba dinero’. 

 Y luego aparecieron las cajas expendedoras de boletos que ‘venden’ tiempo para estacionarse y los inspectores revisan una cuadra en unos cuantos minutos, sin necesidad de detenerse identificando los autos que no han pagado y los multan.

 Sin embargo, hay quienes prefieren pagar la multa que entrar a un estacionamiento privado, pues las tarifas horarias son muy diferentes. 

 Así que si la decisión es obligar a la gente a que mueva rapidito su auto y desocupe el cajón, se necesita subir la tarifa del parquímetro.

 

 Es una pena que paguen justos por pecadores, pero la necesidad de espacios viales y estacionamientos, mientras no tengamos un sistema de transporte colectivo decente, es enorme y creciente, así que vamos a seguir sufriendo porque necesitamos que quienes están en el nivel de decisiones, se muevan una vez por semana en transporte público.