19/Apr/2024
Editoriales

Julio 5 de 1850: nace en Monterrey, Migue F. Martínez, quien destacaría como ingeniero topógrafo, educador y músico

Julio 5 de 1850: nace en Monterrey, Migue F. Martí­nez, quien destacarí­a como ingeniero topógrafo, educador y músico. Miguel Filomeno Martí­nez Pérez fue hijo del pintor Antonio Martí­nez Ronero y de Francisca Pérez Montalvo.

Desde su temprana niñez destacó en la música pues tocaba la flauta –impulsado por su padre- y llegó a formar parte de una orquesta juvenil cuyo director era Juan Nepomuceno Salas, y después de otra, dirigida por Albino Sarabia. A la edad de 14 años ya era parte de la mejor orquesta de Monterrey, dirigida por Miguel Gómez, lo que le despertó grandes capacidades cognitivas.

En la época de la invasión francesa, la educación era intermitente pues en 1865 la ley imperial clausuró todos los colegios lo cual forzó a que los maestros dieran clases en sus casas, y fue hasta 1868 que se normalizó la educación, cuando el joven Miguel fue premiado por sus conocimientos de filosofí­a, y a partir de ese momento se abocó a la academia, pues comenzó a colaborar con el maestro Serafí­n Peña como su auxiliar.

Como el Colegio Civil de Monterrey abrió las clases de agrimensura, el joven Martí­nez se inscribió gustoso, pero al siguiente año nada más él se reinscribió para continuar con la carrera así­ que el gobierno clausuró esa cátedra por lo que en esa circunstancia, Miguel F. Martí­nez siguió estudiando en forma particular con el ingeniero Francisco Leónidas Mier, único profesional de esa especialidad en la región, quien le otorgó el tí­tulo de Ingeniero Topógrafo el 21 de octubre de 1871.

Para enero de 1872 ya era nombrado el Ingeniero de la Ciudad, y trabajó en su carrera profesional realizando levantamientos topográficos en Nuevo León y Coahuila. En 1874 fundó el primer periódico ilustrado de Monterrey, llamado El Jazmí­n, mismo que tuvo pocas ediciones. Casó con Josefa Rendón y en 1875 fundó un colegio privado que hubo de cerrar por motivos de trastornos polí­ticos en la ciudad que por aquellos tiempos ya tení­a 30 mil habitantes, así­ que se dedicó a darles servicio profesional en su carrera a quien lo requiriera.

En 1877 fue a Lampazos a dirigir la escuela de niños, donde por cierto, también dirigió la banda musical. En 1881 dirigió la Escuela Normal de profesores y en 1882 intervino en la creación de la Biblioteca Pública del Estado. En 1888 organizó la II Exposición Industrial de Nuevo León, y en 1892 creó la Academia Profesional para Señoritas. Fue director de Instrucción Pública en ese mismo año de 1892, y fue designado comisionado para inspeccionar la Normal de Coahuila, hasta 1895.

Debido a su destacado papel desmpeñado en tal función, fue nombrado director general de Instrucción Pública en el Distrito Federal desde 1892 hasta 1900. Director del Colegio Cvil de Monterrey de 1900 a 1901, siendo consejero ex – Oficio de la Universidad Nacional a partir de 1910. De 1911 a 1914 fue director de la Escuela Normal Nacional de Maestros. Regresa a Monterrey para, en 1915 ser nombrado director de las Escuelas Normaes del Estado. Fue electo en varias ocasiones como representante popular, entre ellas, senador por el estado de Durango. En 1918 el Congreso del Estado le nombró Benemérito de la Educación Nuevoleonesa, y tuvo también tiempo para escribir, pues de su autorí­a son los libros: La Gruta de Pesquerí­a, en 1893. Reseña Histórica de la Instrucción Pública en Nuevo León, desde sus orí­genes hasta 1891 (en 1894); Una ascensión al Popocatépetl en 1911, y otros más, especializados en educación. Muere en Monterrey, el 3 de febrero de 1919, dejando descendientes de alto nivel cultural que le dieron lustre al apellido. En su honor la Escuela Normal del Estado, se llama Ing. Miguel F. Martí­nez.