27/Apr/2024
Editoriales

Los golpes de la vida

La vida nos lleva por caminos sorprendentes. Muchas veces creímos que nuestro futuro sería cierta actividad y terminamos en otra muy diferente.

No es tan importante a qué nos dediquemos sino cómo nos comportemos en el proceso de consolidación en nuestra actividad principal.

El mejor procedimiento para ascender a las alturas es subir por la escalera que, aún tardado, permite conocer el camino que después será de bajada.

Cuando se sube por un elevador se llega rápido a la cumbre, pero es común que sea el mismo elevador el que baje a quien subió sin hacer escalas hasta el sótano. 

Los golpes que se reciben en el transcurso de la vida van forjando el carácter hasta alcanzar la forma y fortaleza adecuadas.

Los herreros saben bien que una pieza de acero fundido es de rápida fabricación porque el material convertido a líquido se vacía en un molde con la forma requerida, y así, cuando se enfría el acero, ya quedó lista, pero es quebradiza.

En cambio, una pieza elaborada con acero forjado se somete a un proceso largo de altas temperaturas y golpes con el martillo una y otra vez hasta que adquiere las características buscadas.

Nadie debe desistir de sus planes nomás porque recibe quemaduras y martillazos; hay que seguir adelante… así es la vida, y ¡qué bonita es!