Así quedaron los vagones de un tren tras el ataque ruso en el que murieron al menos 22 personas y decenas resultaron heridas la noche del miércoles.El bombardeo tuvo lugar en la ciudad de Chapline, a unos 110 km al oeste de Donetsk, en el este del país, coincidiendo con el Día de la Independencia. Entre las víctimas había un niño de 11 años, según el presidente, Volodímir Zelenski.

Ucrania se había preparado para recibir ataques especialmente duros coincidiendo con el Dia de la Independencia, cuando, además, se cumplían seis meses desde el inicio de la invasión.

"El Día de la independencia no ha terminado y no terminará nunca. El 32 será nuestro Día de la Independencia, y el 33, y todos los siguientes, para siempre. Ucrania es eterna. Y cada día será más fuerte. Y esto lo entiende absolutamente todo el mundo, desde el Consejo de Seguridad de la ONU hasta todas las capitales sin excepción", celebraba en un video grabado con el móvil el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pese a que no hubo grandes celebraciones por la prohibición de organizar concentraciones multitudinarias, el presidente condecoró a varios soldados ucranianos por su servicio a la nación. Algunas medallas se concedieron a título póstumo y fueron recogidas por los familiares de los fallecidos.