“Agua de Tabasco vengo

Y agua de Tabasco voy.

De agua hermosa es mi abolengo;

Y es por eso que aquí estoy

Dichoso con lo que tengo”

Carlos Pellicer Cámara, escritor, poeta, museógrafo y político mexicano, nació en Villahermosa Tabasco el 16 de enero de 1897, inició sus estudios en la Escuela Primaria Daria González. En 1909, su padre se enlistó en el Ejército Constitucionalista por lo que junto a su madre, se trasladó a vivir a la ciudad de Campeche, pasaban por una precaria situación económica por lo que tuvo que vender dulces que elaboraba su madre. De esa época son sus primeros sonetos. Cursó estudios en la Escuela Nacional Preparatoria y en 1919 fue secretario privado de José Vasconcelos.

 Al lado de Vasconcelos, realizó una tarea titánica de alfabetización en México, junto a Daniel Cossío Villegas entraban a las vecindades de Peralvillo a recitar poemas suyos para “enganchar” a los vecinos y transmitirles las primeras letras. Después tomó una beca para estudiar museografía en la Sorbona de París, allá vivió durante un poco más de tres años.

 A su regreso se une a la campaña de José Vasconcelos para la Presidencia. Estuvo en la cárcel durante un tiempo, como muchos jóvenes Vasconcelistas, obteniendo al fin la libertad. La pobreza y la filiación política lo seguirían durante toda su vida.

 El 16 de mayo de 1952, fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua para luego ser miembro de número tomando posesión de la silla XXXI el 16 de octubre de 1953.

 Se aparta de la actividad docente para dedicarse a la de museógrafo, organiza el Museo de Tabasco al que le da otro aspecto, organiza eventos, exhibe los códices mayas, realiza la construcción de una biblioteca y un auditorio y en su honor, ese valioso museo lleva su nombre. El 17 de septiembre de 1964 obtiene el Premio Nacional de Literatura y Lingüística y su antiguo discípulo, el Arq. Pedro Ramírez Vázquez lo invita a colaborar en la construcción y diseño del Museo Nacional de Antropología e Historia.

  Formó parte del grupo creador de la revista “Contemporáneos”, formado por Jaime Torres Bodet, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, José Gorostiza y Bernardo Ortiz de Montellano, entre otros. Pellicer se interesó por el paisaje natural, como el aire, el agua y el viento. El Premio Iberoamericano de Poesía, desde 1978 lleva su nombre. Ahora que celebramos el día de su natalicio, es importante releer su obra y recordarlo como un hombre modesto, que vivió en la pobreza y que en el Museo que lleva su nombre en la casa donde nació hay un fragmento de un poema suyo “Esta barca sin remos es la mía”. En 1976, fue elegido senador de la República por el Partido Revolucionario Institucional. Falleció el 16 de febrero de 1977 a la edad de 80 años y sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres.