02/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Enero 24 de 1951: Nace en Santa Catarina, Guanajuato, Rogelio Cabrera López, quien abrazaría la carrera sacerdotal, llegando a ser el XII Arzobispo de Monterrey. Hijo de José Melquiades Cabrera y Velina López, tiene 12 hermanos, siete hombres y cinco mujeres. Desde muy joven gustó de la religión, y en 1961 ingresó al Seminario de Querétaro, estudiando Humanidades, Filosofía y parte de su formación en Teología. Terminó su formación teológica en la Pontificia Universidad Gregoriana para, en 1975, estudiar la licenciatura en Sagrada Escritura, en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, egresando en el año de 1978. Ese fue un año muy importante para él, porque se ordenó sacerdote en la Parroquia de su pueblo y, desde entonces hasta 1984 fue prefecto de estudios del Seminario Mayor de Querétaro, siendo maestro del Seminario Diocesano hasta el año de 1996.

Continuó su labor académica, mientras fue nombrado en 1984 párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de la paz, y en 1990 párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. El siguiente paso no sorprendió a nadie porque se trata de un sacerdote de alto nivel intelectual, así que cuando el papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Tacámbaro, sus compañeros agradecieron esa distinción como si hubiera sido para todos ellos. Presidió la Comisión Episcopal de Pastoral Bíblica; y posteriormente fue designado obispo de Tapachula por Su Santidad Juan Pablo II.

Tres años después, el papa Juan Pablo II le nombró obispo de Tuxtla Gutiérrez y, posteriormente, fue Arzobispo de esa misma Diócesis. Sin embargo faltaba un peldaño a su ascendente carrera, y llegó el 3 de octubre de 2012, al ser nombrado por el papa Bendicto XVI, Arzobispo de Monterrey. Actualmente es además el presidente de la CEM -Conferencia del Episcopado Mexicano- , cargo que desempeña desde 2018. Don Rogelio Cabrera se ha ganado un prestigio y cultivado muchas amistades entre la feligresía regiomontana, pues siendo un gran personaje su trato es pleno de humildad. Oficia misa los domingos en la Catedral y siempre tiene un sermón cargado de sabiduría e invocaciones afectivas al amor celestial. Además se hace presente con homilías grabadas en medios electrónicos y distribuidas en las redes sociales. Le deseamos al señor Arzobispo que disfrute este día con la alegría que aconseja siempre un espíritu ascético como el suyo.