Este miércoles 13 de 2016, se declaró en quiebra Peabody Energy, la compañía minera de carbón más grande de Estados Unidos, y se acogió al Capítulo 11 de bancarrota. La circunstancia más inmediata de la bancarrota es el decreto "Energía limpia" de Obama, que es la versión americana de la ley contra los combustibles fósiles de los esquemas genocidas de Londres con el cuento del calentamiento global. Peabody no pudo cumplir con el plazo para pagar el servicio de su deuda este mes, debido a que el efectivo que provendría de la venta de ciertos activos carboníferos se cayó, a raíz de que Wall Street impidió el financiamiento a los compradores, siguiendo su política de no financiar los combustibles fósiles.
Peabody es el principal proveedor de carbón a las compañías que generan electricidad con carbón, y lo que está en juego son 26 minas en Estados Unidos y en Australia, y unos 8,000 empleos directos. A nivel nacional, el empleo en el sector minero se ha desplomado en un 33%, de 89,000 empleos en 2012, a 59,000 hoy día. Asimismo, la producción de carbón en Estados Unidos se ha desplomado.
Peabody Coal es la más grande con mucho, pero fueron tres las compañías mineras productoras de combustible para generar energía eléctrica en Estados Unidos, que se declararon en bancarrota el miércoles 13. Las otras dos son Energy XXI Ltd., que se declaró en quiebra y borró $2,800 millones de dólares en deuda; y Gulf Keystone Petroleum, cuyo incumplimiento fue de solo $26 millones hasta ahora.