Internacional

Aviones extranjeros ayudan a Israel a combatir decenas de incendios

Varios aviones extranjeros comenzaron este viernes a ayudar a Israel a combatir una serie de incendios que han provocado la evacuación de decenas de miles de personas y que volvieron a alimentar los recelos entre parte de la opinión israelí­ y la comunidad árabe.

Desde hace cuatro dí­as, Israel combate en todo su territorio decenas de fuegos que se extendieron gracias a una gran sequí­a y a fuertes vientos.

Rusia, Francia, Turquí­a, Italia, Grecia, Croacia y Chipre prometieron enviar aviones para ayudar en la lucha contra los incendios.

Los palestinos también participaron en las labores de extinción anoche, enviando a 41 bomberos y ocho camiones a Haifa y Beit Meir donde, en un hecho poco común, los equipos israelí­es y palestinos combatieron las llamas juntos.

Los incendios continuaron durante la noche, obligando a los socorristas a evacuar a cientos de habitantes de Beit Meir, un pueblo de carácter cooperativo y religioso en las colinas cercanas a Jerusalén. Este viernes parecí­an remitir a pesar de la persistencia de los vientos.

Muchos habitantes de Haifa pasaron la noche lejos de sus casas, tras la evacuación el jueves de decenas de miles de viviendas ante el avance de las llamas que incendiaban edificios y amenazaban barrios enteros.

- Movilización internacional -

Según un portavoz de la Policí­a, Micky Rosenfeld, este viernes la situación estaba "bajo control" en Haifa, donde cientos de policí­as y socorristas seguí­an desplegados en las calles de los barrios más afectados.

Parte de los aviones extranjeros empezaron a intervenir este viernes, indicó el portavoz de Relaciones Exteriores, Emmanuel Nahshon.

"Estamos muy agradecidos con la comunidad internacional. Su movilización demuestra que, en caso de crisis, podemos contar con numerosos amigos", declaró a AFP.

Tras cuatro dí­as de lucha contra las llamas, la capacidad de respuesta israelí­ mostró sus lí­mites, suscitando dudas sobre las lecciones que sacó el paí­s del mayor siniestro de su historia, un incendio que dejó 44 muertos en Haifa en 2010.

Los incendios, decenas al dí­a en todo el territorio, también despertó recelos entre parte de la población árabe y de las comunidades árabes y palestinas.

Los árabes israelí­es, que representan el 17,5% de la población de Israel, se consideran a menudo como palestinos y apoyan la causa de estos últimos en el conflicto contra los israelí­es.

Las declaraciones de varios oficiales israelí­es sobre los incendios fueron interpretados por muchos como una acusación contra los árabes israelí­es o los palestinos.

El ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, indicó que una parte de los incendios eran actos criminales motivados por el conflicto.

Un peso pesado del Gobierno, el nacionalista religioso Naftali Bennett, aseguró que los fuegos no podí­an deberse a judí­os, y varios oficiales hablaron de terrorismo, sin mencionar a los árabes y los palestinos de forma explí­cita.

Los medios israelí­es empezaron a insinuar una posible "intifada del fuego", en referencia a las pasadas revueltas populares palestinas.

Los lí­deres de la comunidad árabe se indignaron ante esas sospechas, y recordaron que los árabes israelí­es también sufren las consecuencias de las llamas.