El hecho de que el índice de contagios y de muertes diarias por Covid-19 en Nuevo León no bajan, tiene que ver con cuestiones tan simples y tan evidentes como son las concentraciones y aglomeración en el transporte público y con el hacinamiento en las viviendas del sector popular y los trabajadores. Es verdad también que hubo errores en la forma en que se abordó la epidemia en el estado, así como en los tiempos en que se aplicaron las medidas contra la epidemia, pero las ventajas con que cuenta el virus para propagarse son esas dos y están a la vista. Veamos: Diariamente se trasladan, durante más de 109 minutos (una hora y media aprox.), 1.5 millones de personas en el estado y de ellas un 40% lo hace de un municipio a otro o atraviesa uno de ellos o más para llegar a otro como destino final. Estamos hablando de camiones urbanos, Ecovía, Metro etc. Como se sabe, se trata de trabajadores, empleados y unos 350 estudiantes. Por otro lado, los 5.2 millones de habitantes que tiene el estado, habitan en 1 millón 393 mil viviendas, segunda cifras del INEGI para el 2015. De ellas, un 20% son viviendas de interés social, los pequeños “huevitos” que oferta el Infonavit y muchas inmobiliarias; y otro 25% del llamado “interés medio”; es decir que pagan rentas de menos de 8 mil pesos y sólo un poco más grandes que los “huevitos”. La Población Económicamente Activa (PEA) del estado, es de 2,5 millones, es decir la que se transporta a diario aunque una parte no usa el trasporte público sino automóvil o camina. Como en cualquier otra parte del país, de esa PEA, cerca del 80% gana salarios de menos de 8000 mil pesos mensuales y la dieta que consume es la correspondiente: Poca proteína y grasas animales y muchas harinas y azúcares. Consecuentemente, Nuevo León tiene índices de sobre peso y obesidad de más de 70% y diabetes en alrededor de 13% de esa población en edad de trabajar. Este panorama permite entender el por qué el virus del COVID-19 se desplaza a sus anchas en Nuevo León y parece imbatible. La sola “sana distancia” y los cubre bocas, no le son un gran obstáculo en medio de este congestionamiento de humanos con defensas debilitadas por décadas. El Covid-10 avanza así: De los 27,592 personas que se ha contagiado en Nuevo León, alrededor de 12 mil tienen entre 25 y 45 años de edad y sólo han muerto 90!!. Menos del 1% del total. Una parte de ellos sigue con sus actividades normales y viaja en transporte público. La Secretaría de Salud les ordena “quedarse en casa” cuando presentan síntomas; para una “tratamiento ambulatorio”, que es el que se le da al 85% de los contagiados. Como consecuencia de este se han contagiado unos 3500 mayores de 60 años, de los cuales han muerto ya más de 500, más del 10% del total y son más de la mitad de las muertes por Covid-19 en Nuevo León. Se debe escalonar los horarios de trabajo para así disminuir el congestionamiento del transporte y crear albergues para pacientes positivos de Covid-19, para aislarlos de sus familias mientras la infección pasa. Además, localizar los focos o brotes en donde ocurren y enviar brigadas médicas para movilizar a la población para evitar contagios y asilar al virus. Para eso deben servir los miles de pruebas que actualmente se hacen y no detienen la epidemia. Deben ser la herramienta para localizar al enemigo mortal y aislarlo y no propiciar el negocio haciéndolas indiscriminadamente.
https://www.lamudi.com.mx/reporte-del-mercado-inmobiliario-residencial-nuevo-leon-2019/
http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/nl/poblacion/vivienda.aspx?tema=me&e=19
