19/Apr/2024
Editoriales

Los números perfectos

En las matemáticas se busca la perfección, tal vez por eso los números perfectos tienen su lugar aparte. Estos se llaman así cuando la suma de los divisores es igual al propio número. El primer número perfecto es el 6. Sus divisores son 1, 2, 3 y cuando los sumamos obtenemos 6. El siguiente número perfecto es 28.

Sus divisores son  1, 2, 4, 7 y 14 y, cuando los sumamos, obtenemos 28. Después del 28, sigue el número 496, cuyos divisores son: 1, 2, 4, 8, 16, 31, 62, 124, y 248. Sumándolos tenemos 496. En una cronología, tenemos que en el año 525 adC., los pitagóricos aparecen vinculados a los números perfectos y a los abundantes. En 300 adC., el libro 9 de los Elementos de Euclides, trata los números perfectos. En 100 adC., Nicómaco de Gerasa ofrece una clasificación de los números basada en los números perfectos. En el año 1603, Pietro Cataldi halla los números perfectos sexto y séptimo, con una complicada fórmula de 2 elevado a la 16ª potencia y multiplicado por 2 a la 17ª potencia menos 1= 8.589.869.056.

El séptimo número perfecto va por ese estilo, elevando el número 2 a otra potencia y multiplicado por otra cifra de ese tipo, dando un resultado de 137.438.691.328. En el año 2006, ya con los nuevos sistemas electrónicos de cálculo, se han encontrado más números perfectos. Para quienes no trabajamos en la investigación, estos números son meras curiosidades, pero para los científicos que deben buscar nuevas alterativas en sus investigaciones, son elemento necesario.