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México amplía investigación de caso 43 estudiantes desaparecidos a policías estatales y federale

CIUDAD DE Mí‰XICO - México investiga a policí­as estatales y federales para verificar si tienen responsabilidad en la desaparición y posible asesinato de 43 estudiantes en septiembre del 2014, luego de que un grupo de expertos y el Ombudsman del paí­s advirtieron que otros agentes habrí­an participado en el emblemático caso.

El fiscal especial para el caso, Alfredo Higuera, reveló a Reuters que hubo hallazgos relevantes al cruzar información de cientos de llamadas de policí­as y otros funcionarios la noche del hecho, así­ como de detenidos y de los propios estudiantes, algo que no se hizo exhaustivamente en la primera fase de la investigación entre 2014 y los primeros meses del 2015.

"Esta es una investigación que rebasa cualquier situación, tanto por el número de ví­ctimas como por el número de participantes", dijo Higuera en una entrevista para explicar la complejidad del caso, cuya pesquisa tuvo que prácticamente reiniciarse luego de que un grupo de expertos y la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos mostraran las fallas.

Durante el primer año, las autoridades se centraron únicamente en investigar a policí­as municipales de Iguala, en el sureño estado Guerrero, a donde un centenar de estudiantes de magisterio llegaron el 26 de septiembre para llevarse autobuses a una protesta, y a los de la localidad vecina de Cocula.

Allí­ fueron atacados por policí­as municipales, secuestrados y supuestamente entregados a miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, quienes los habrí­an asesinado y quemado en una enorme pira, según la primera versión del Gobierno, la cual ha sido duramente cuestionada por expertos.

Higuera dijo que cerca de 100 nuevas declaraciones fueron recogidas entre julio y septiembre, de las cuales 39 son de policí­as ministeriales (de investigación) de Guerrero y 19 de policí­as federales que estarí­an involucrados en el caso.

"Han declarado elementos de todas las corporaciones, incluyendo en ésto, naturalmente, elementos del orden federal", dijo el funcionario, quien asumió su cargo el 1 de junio, un mes después de que un grupo de expertos extranjeros nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señalara severas fallas en la investigación del Gobierno.

El grupo determinó que hubo obstrucciones a la investigación del caso, uno de los más graves de desaparición forzada cometidos en el paí­s, así­ como torturas a detenidos y posible manipulación de evidencia por parte de un alto funcionario de la Procuradurí­a General de la República (PGR, o fiscalí­a federal).

Además dijo que la desaparición de los estudiantes, de quienes hasta ahora se desconoce su paradero, formó parte de un vasto operativo en el que participaron policí­as municipales de varias localidades alrededor de Iguala, así­ como estatales y federales que nunca habí­an sido indagados.

"No es sólo llamarlos a declarar. Los hemos investigado en distintos aspectos, como su historial laboral, su foja de servicio, su modo de vivir y su situación financiera", dijo Higuera, pero admitió que hasta ahora ninguno ha sido detenido.

EN BUSCA DEL "CAMINANTE"

El fiscal adelantó que están tratando de ubicar a una persona que en los teléfonos aparecí­a registrada como el "Caminante", a quien unos 20 policí­as llamaron decenas de veces durante las horas en las que los estudiantes eran atacados y detenidos en las calles de Iguala, entre las 21.00 horas del 26 de septiembre y la 01.00 del dí­a siguiente.

El ex fiscal Jesús Murillo Karam, quien inició las investigaciones y fue relevado meses después por el presidente Enrique Peña Nieto a medida que el caso desbordó polí­ticamente al Gobierno, dijo en enero del 2015 que los 43 estudiantes fueron asesinados y quemados en el basurero de Cocula, una localidad vecina a Iguala.

Pero ahora, a la luz de los últimos informes de los expertos y de otros especialistas, la fiscalí­a analiza, entre otras lí­neas de investigación, si los jóvenes pudieron haber sido separados en grupos y llevados a distintos lugares.

Para ello están utilizando una tecnologí­a llamada LIDAR, utilizada en arqueologí­a, para ubicar posibles fosas en un radio que abarca no solo Iguala y Cocula sino también municipios cercanos como Huitzuco y Tepecoacuilco, todos en Guerrero.

Uno de los abogados de los familiares de los jóvenes, Santiago Aguirre, reconoció que ha habido avances en la investigación sobre todo en el análisis de la tecnologí­a y en llamar a declarar a más policí­as.

Pero los familiares dicen que no se volverán a sentar con las autoridades hasta que no sea destituido Tomás Zerón, jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, señalado por los expertos como sospechoso de manipular las diligencias que condujeron a la identificación mediante un pequeño resto óseo del único de los estudiantes desaparecidos..

Casi dos años después de la desaparición de los jóvenes y con un expediente de más de 200 tomos, el fiscal no promete prontos resultados: "No podemos (...), por la naturaleza misma de un trabajo de investigación, el establecer un tiempo para la conclusión del tema".