Hoy que los pro-norteamericanos festejan el jalogüin (Halloween), recuerdo que la película ‘Psicosis’, de Alfred Hitchcock se estrenó en junio de 1960, creo. En el estreno -que fue en NY-, ni críticos ni dueños de salas cinematográficas pudieron ver esta cinta antes que el público, así que se presentó completa, sin cortes. Esto porque don Alfredito era genial, hizo firmar hasta a los actores un acuerdo de confidencialidad prohibiéndoles hablar de la película, y a los espectadores pidió que no contaran el final, porque ‘es el único que tenemos’. En esta cinta había: sexo implícito, un desnudo que no se veía; violencia con un cuchillo en primer plano y eso sí, mucha sangre que el público ve yéndose por el drenaje de la ducha. Para que luciera como sangre, Hitchcock usó salsa de chocolate porque en una película blanco y negro, el chocolate se ve del mismo color que el rojo de la sangre. Janet Leigh, según leí en una revista de la época, nunca más quiso tomarse una ducha, sin explicar si era por miedo o por hartazgo, pues para rodar 50 segundos, se duchó por toda una larga semana frente a las cámaras. Esa película de Psicosis sigue causando ñáñaras a los que la ven, a pesar de haberse filmado hace más de medio siglo. Así era de talentoso Alfred Hitchcock, y creó toda una especialidad en el cine de terror relativo a esta fecha. El propio festejo de Jalogüin ha declinado su vocación original celta de celebrar las cosechas agrícolas, para convertirse en fiestas de disfraces, y cuentos de terror. En cuanto a la película, no podemos olvidar que la palabra psicosis significa: enfermedad mental caracterizada por delirios o alucinaciones, como la esquizofrenia o la paranoia.