Internacional

Mossack Fonseca, una firma de abogados discreta con clientes millonarios

Ciudad de Panamá - La firma de abogados Mossack Fonseca, en el corazón del megaescándalo Panama Papers, tiene una lista de clientes de gran renombre gracias a su reputación de ser una de las más reservadas del mundo.

El manto de secreto que creó en su entorno se cayó el domingo cuando más de 100 medios de comunicación de todo el mundo publicaron información del gabinete de abogados, en una filtración de más de 11 millones de documentos de la firma.

Polí­ticos, estrellas del deporte y celebridades son mencionadas en la información obtenida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

También se describen las técnicas usadas por Mossack Fonseca para enturbiar la ruta del dinero, incluyendo el uso de paraí­sos fiscales como las Islas Ví­rgenes británicas y algunas naciones del Pací­fico.

"Esto es un crimen, un delito. Hay un ataque contra Panamá porque a algunos paí­ses no les gusta que seamos bien competitivos para atraer empresas", dijo en diálogo telefónico con AFP Ramón Fonseca Mora, abogado, director y uno de los dos fundadores de Mossack Fonseca.

- De padre nazi -

¿Entonces quién maneja Mossack Fonseca, cuyas oficinas están en un edificio anodino en un barrio del distrito empresarial de Ciudad de Panamá?

Juergen Mossack, uno de los dos abogados que fundó la firma hace más de tres décadas, nació en Alemania en 1948 y se mudó con su familia a Panamá, donde obtuvo su tí­tulo de abogací­a.

El padre de Mossack fue un nazi durante la Segunda Guerra Mundial, en la cual sirvió a las filas Waffen-SS, según la ICIJ, que cita reportes militares estadounidenses.

El grupo de investigación dice que "antiguos archivos de inteligencia" muestran que el padre de Mossack ofreció ser un espí­a de la CIA.

Ramón Fonseca Mora, nacido en 1952, también obtuvo su tí­tulo de abogado en Panamá, pero ya habí­a estudiado en el prestigioso London School of Economics, y en una entrevista dijo que se planteó ser cura.

Fonseca tení­a un pequeño negocio hasta que se asoció con Mossack y ambos emprendieron el de sociedades 'off-shore', abriendo oficinas en las Islas Ví­rgenes.

El ICIJ sostiene que la filtración reveló la mitad de las empresas que incorporó Mossack Fonseca, más de 113.000, que se habrí­an beneficiado del paraí­so fiscal.

Pero Mossack Fonseca también abrió sucursales en el Pací­fico, en una pequeña isla llamada Niue. Según ICIJ, para 2001 la firma de abogados ganaba tal cantidad de dinero del registro de empresas 'off-shore' que contribuyó en un 80% al presupuesto anual del archipiélago.

Cuando las Islas Ví­rgenes británicas fueron obligadas a eliminar algunos métodos que previamente habí­an permitido una participación anónima de empresas, Mossack Fonseca trasladó su negocio a Panamá y a la isla caribeña de Anguila.

- Limpieza en la web -

El bufete de abogados también invirtió dinero para tratar de retirar referencias en lí­nea que lo vinculaban al lavado de dinero y evasión de impuestos.

Pero otros paí­ses se interesaron por las actividades de Mossack Fonseca. En Brasil fue implicada en el megafraude relacionado con la estatal Petrobras.

Además fue blanco de investigaciones en el estado de Nevada (oeste de EEUU), donde un juez determinó que habí­a tratado de encubrir su rol en la gestión de una compañí­a local.

El mes pasado Fonseca, quien desde 2014 es además asesor del actual presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, se tomó una licencia para, dijo, "defender su honor" ante el cúmulo de acusaciones en su contra en Brasil.