Agosto 5 de 1987: muere en la ciudad de México, “Chava” Flores, prolífico compositor de música mexicana. Salvador Flores Rivera nace en el barrio de La Merced de la ciudad de México, el 14 de enero de 1920. Huérfano desde los doce años, Chava Flores pertenece a una generación de mexicanos que tuvieron que trabajar siempre y en cualquier cosa.
Agosto 5 de 1987: muere en la ciudad de México, “Chava” Flores, prolífico compositor de música mexicana. Salvador Flores Rivera nace en el barrio de La Merced de la ciudad de México, el 14 de enero de 1920. Huérfano desde los doce años, Chava Flores pertenece a una generación de mexicanos que tuvieron que trabajar siempre y en cualquier cosa. Así fue cobrador, vendedor callejero, costurero, panadero, cobrador, ayudante de impresor y muchas otras actividades que le permitieron sobrevivir en la grande y hermosa ciudad capital de México. Esta obligada riqueza laboral que vivió, le abrió las puertas a la música, pues conoció a fondo la forma de vida de la mayoría de sus compatriotas, que eran los pobres (y siguen siendo mayoría).
Así, mientras laboraba en una imprenta propiedad de unos “cuates”, ante la posibilidad de cerrarla por incosteable, a Chava se le ocurre en 1949 editar una libreta que le llamó “El álbum de oro de la canción” donde en cada edición quincenal reproducía las canciones que más gustaban en esa época, motivo por el cual fue conociendo a los intérpretes y compositores, y sintió tanta su emoción al tratarlos en persona, que coincidentemente cuando el negocio del álbum había sido superado por otra publicación famosa El Cancionero Picot, lo cierra pero decide dar a conocer su primera composición “Dos horas de balazos” y luego “La tertulia”, que fueron grabadas en 1952 por RCA Víctor. Y el gran éxito que tuvieron estimula al enorme compositor musical de temas mexicanos que retratan toda una época del país que vivió Chava Flores y se desató escribiendo inspiradas historias populares con música.
Para los admiradores de Chava Flores, no hemos tenido un compositor de su talla, pues Sábado Distrito Federal, El Gato Viudo, ¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?, Ingrata pérjida, Pobre Ton, Los pulques de Apan, Mi Chorro de voz, Peso sobre peso, Amor de lejos, La Tertulia, Vámonos al parque, Céfira; La casa de Lupe, Llegaron los gorrones, Martita la piadosa… y muchísimas más, fueron las mejores canciones mexicanas y las que le dieron fama a artistas de la talla de Pedro Infante, Germán Valdés “Tin tan”, Luis Aguilar, José Alfredo Jiménez, Miguel Aceves Mejía y a muchos otros que cantándolas, llenaban las salas de cine y vendieron discos al por mayor. Chava Flores escondió por décadas su rostro y voz por cierta modestia o temor tal vez a las candilejas, hasta que ya en la última etapa de su vida, decidió presentarse en los diversos auditorios nacionales, destacando el homenaje que se le hizo en el Palacio de Bellas Artes, donde cantó ¡la mayoría de sus canciones! Y el público le pedía más. Este prolífico compositor dejó una escuela para generaciones futuras como es el caso de Juan Gabriel, que también compone melodías que son poemas a la vida del mexicano común, enfocando los problemas cotidianos en forma romántica (más Juan Gabriel que Chava, pues éste retrataba otra realidad nacional de acuerdo a su época). El talento de Chava Flores le dio hasta para escribir libros, pues son de su autoría “Relatos de mi barrio” y “Motivaciones para la locura”, un texto largo de poemas dedicados a su vida sentimental.