Al menos 20 docentes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), “Víctor Bravo Ahuja”, de Tuxtepec, Oaxaca, están en huelga de hambre, como una forma de protesta por su retención en el Istmo de Tehuantepec, en la comunidad mixe de La Mixtequita, desde la tarde del pasado sábado 14 de mayo.

Los 20 profesores retenidos pasan la noche en la explanada y en el corredor de la agencia municipal de La Mixtequita, que pertenece al municipio de San Juan Mazatlán, bajo la mirada intimidante de los pobladores que los mantienen cautivos. De los retenidos, 12 son mujeres.

Los pobladores de las comunidades de La Mixtequita, Felipe Ángeles, Constitución Mexicana y Díaz Ordaz, bloquean desde la semana pasada el paso sobre la carretera a Tuxtepec para presionar al presidente municipal de San Juan Mazatlán Mixe, Macario Eleuterio Jiménez, quien se ha elegido por cinco años consecutivos y a quien le exigen que les entregue más de 12 millones de pesos provenientes de recursos federales, para la realización de obras.

La profesora María Eugenia Manuel Cisneros, que sigue retenida en La Mixtequita, compartió un video donde señala que todas las personas secuestradas están desesperadas por las malas condiciones en que se encuentran desde el pasado sábado y pidieron a las autoridades que intervengan para que puedan ser liberadas.

Originalmente, el grupo de docentes retenidos era de 36 personas, quienes volvían de una reunión sindical en Puerto Escondido y son mantenidos por la fuerza en dicha comunidad desde las 15:00 horas del pasado sábado 14 de mayo, cuando se impidió el paso de su autobús en el bloqueo carretero. 

María Tehani Herrera, quien permanece retenida desde entonces, relató que antes de ser liberadas las 17 mujeres a las 16:00 horas del domingo 15, recibieron un trato intimidatorio de las autoridades y la población de La Mixtequita.

“Con la comida escasa, baños insalubres, tirados en la explanada, sin condiciones para la limpieza personal, en la madrugada del domingo, en forma burlona cantaron las mañanitas para felicitarnos por ser el Día del maestro. Se burlaban y nunca dejaron de vigilarnos y por eso las mujeres dejamos de caminar hacia el baño y hacíamos nuestras necesidades a la vista de todos”, resumió.