El economista Miguel Bernardo Treviño de Hoyos, es el actual alcalde del poderoso municipio de San Pedro Garza García, algunos lo llaman “La Joya de la Corona” (a San Pedro, no a Miguel) por ser un municipio modelo, que está conformado por una alta, recatada y pudiente clase social. Ese ayuntamiento, fue gobernado hace muchos años primero, por valientes e institucionales personajes que pertenecían a la cúpula del partido del gobierno. Y posteriormente por visionarios empresarios panistas.
Los sampetrinos, llamados así por el gentilicio en su forma sustantiva, han hecho fama de ser los ciudadanos más críticos, demandantes y absorbentes del devenir social de todo Nuevo León. De ahí que todo lo que pase en San Pedro se percibe como un notición, ya sea el caso de un perro maltratado por un vecino, un policía que conduzca su patrulla sin placas, o si le podan algunas ramas a un encino de Calzada San Pedro. O usted no recuerda el caso de los calzones de tela que el famoso escultor Cuauhtémoc Zamudio le puso al “Monumento al David”, porque supuestamente escandalizaban los genitales masculinos del ser perenne al pasar enfrente de la estatua.
A Miguel Treviño se le reconoce por su honestidad en el servicio público, pues recordemos que al haber resurgido de la organización civil, Consejo Cívico Nuevo León, siendo su director, este le abrió un abanico de oportunidades, entre ellas una propuesta de trabajo en el gobierno fallido de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, quien lo nombró su jefe de la Oficina Ejecutiva, pero quien tuvo que renunciar a ese puesto a los 5 meses de haber ejercido el cargo, por “motivos personales”, aunque se comentó tiempo después, que fue por diferencias políticas, concretamente de transparencia y rendición de cuentas gubernamentales con el entonces carismático Jaime Rodríguez, y con algunos miembros del gabinete, ya que no estaba de acuerdo cómo se gobernaba el estado mediante el modelo denominado “Nueva Independencia”.
A los pocos años, el ex panista y empresario de una firma de consultoría, decidió trazar la ruta de ser candidato a la alcaldía de San Pedro, tras analizar el desgaste de los principales partidos políticos y una vez homologada años atrás, la ley federal electoral con la local, esto le permitía participar como “candidato independiente”. Tiempo después, pasó lo que la mayoría de los sampetrinos sabe: En las elecciones 2018 hizo historia Miguel, ya que se impuso sobre la candidata panista Rebeca Clouthier, hija de Manuel “Maquío” Clouthier, quien obtuvo 25 mil 169 votos, contra los 32 mil 326 votos del independiente Treviño.
Posteriormente, en el proceso electoral del 2021 con el apoyo de una mayoría de jóvenes y ciudadanos de la tercera edad Miguel volvió a ganar las elecciones municipales, esta vez contra un histórico panista y ex alcalde, como lo es el panista Mauricio Fernández, con los resultados favorables de 24 mil 171 del albiazul contra el sorprendente Miguel, quien obtuvo 41 mil 737 votos.
Pero los tiempos tienden a cambiar. Isaac Newton, tuvo razón al mencionar que todo lo que sube tiene que bajar, y desgraciadamente al actual alcalde de San Pedro, en el ánimo de seguir conservando el poder, le ha dado por rodearse de personajes políticos que más que llevarle popularidad, seguramente le atraerán lo adverso.
Y mire usted si no, ya que desde tiempo atrás ha iniciado una sociedad política con el gobernador Samuel García, y los hechos están a la vista, o dígame cuando ha levantado la mano contra el ridículo y berrinchudo gobierno del gobernador García, o será que hay trato preferencial hacia él. Por eso callan ambos. Acaso no sabe el alcalde, que el gobernador ya se entregó a los brazos del enemigo número 1 de San Pedro, el morenista presidente Andrés López. Entonces por qué insiste en seguirle la corriente al gobernador, cuando este lo único que está haciendo es exhibirlo.
Son preguntas que los ciudadanos de San Pedro no comprenden y no pueden contestar. Y no entenderán. Por qué al analizarlo fríamente mejor, el alcalde no decide hacer alianzas estratégicas con los principales actores políticos del municipio, o sentarse a lograr acuerdos con la futura coalición de partidos políticos y sociedad civil, quienes nos han dado a entender que han aprendido de sus errores para volver a la naturaleza de sus fines. Por lo menos ellos, desean un gobierno democrático, un gobierno que salvaguarde el estado derecho de todos los mexicanos, un gobierno de centro, que combata el radicalismo de la izquierda.
Un gobierno que impulse la economía y saque de la pobreza de millones de ciudadanos, un gobierno que no sea amigo de los narcotraficantes, sino por el contrario que los someta a la ley.
Por lo pronto: síguele Miguel, pero del lado del centro y la derecha que es lo tuyo. No de la izquierda. Esa izquierda perversa que envolvió y sedujo al joven gobernador Samuel, con el recurso de la amenaza y complicidad.
En el futuro inmediato del presidente municipal sampetrino estará el recomendar un perfil a la alcaldía que dejará en el 2024 que le cubra la espalda y por otra parte apartar alguna posición legislativa para él.
Nada más ojalá no sea participe de una alianza con los partidos Morena, o Movimiento Ciudadano, este último del que ya muchos ciudadanos se dieron cuenta que es comparsa del primero.
¡Dios nos libre San Pedro!
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