La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) identificó que Gruma mantiene una ventaja significativa e irreversible frente a sus competidores en el mercado de harina de maíz nixtamalizada que se vende a las tortillerías de México, lo que le permite establecer precios elevados sin que otras empresas puedan hacerle competencia suficiente.
Tras una investigación, el organismo antimonopolios detectó que Gruma tiene estrategias específicamente diseñadas para dificultar que los tortilleros puedan cambiar de proveedor.
“El regulador analizó ocho regiones del país y encontró que en algunas de ellas casi nueve de cada 10 kilos de harina son vendidos por Gruma”.
Asimismo, determinó que la empresa tiene una participación de mercado entre 22 y 80 veces mayor que su mayor competidor en cada una de las regiones, además que que el precio promedio de sus productos es casi 10 por ciento mayor que el de sus competidores a nivel nacional.
La Cofece refirió que inició la investigación al identificar un aumento constante en los precios de la harina de maíz a pesar de que el precio de su principal insumo, el maíz, se mantenía estable.
"La tortilla de maíz es un alimento básico para los mexicanos. El 98.6 por ciento de la población consume tortilla de maíz y 68 por ciento la consume diario. La tortilla de maíz representa casi el seis por ciento del gasto en alimento de los hogares y la harina de maíz nixtamalizada representa casi la mitad del costo de producción de la tortilla de maíz que no es producida directamente de masa", refirió.
Para reactivar la competencia en el mercado nacional, el regulador propuso que Gruma venda cinco plantas de producción de harina de maíz nixtamalizado, así como toda la flota de distribución y fuerza de ventas de dichas plantas.
Asimismo, exhortó a la compañía a eliminar las estrategias diseñadas para evitar que las tortillerías cambien de proveedor, y que implemente mecanismos de transparencia y supervisión, con el fin de que haya mayor competencia en el mercado.