John Randolph Price es licenciado en Radio y Televisión por la Universidad de Houston. Fundó Quartus, una entidad para la investigación espiritual y es autor de varios libros, entre ellos El Libro de la Abundancia, de menos de 80 páginas considerado una joya de bolsillo.
Price condensa algunos de los grandes conceptos que se han escrito sobre el tema, y su éxito en anaqueles es debido a que en la segunda mitad se concentra el “plan para obtener prosperidad en cuarenta días”.
Dice que la mente necesita 40 días para convertir una idea en una verdad aceptada.
Price dice que el concepto de “plena suficiencia” subyace a todos los sistemas religiosos y filosóficos originarios.
Las antiguas escuelas de misterios de Asia, Egipto, Persia y Grecia enseñaron que a través de la comprensión de uno mismo se podía entender a Dios.
La meditación es indispensable para transmutar la discordia en armonía, la ignorancia en sabiduría, el miedo en amor y la carencia en abundancia.
Este conocimiento se puede encontrar en los libros sagrados y las enseñanzas de la cábala hebrea, en los místicos hindúes y budistas, en los cristianos gnósticos y en las primeras versiones de la Biblia.
Al empezar la edad media, las técnicas de la conciencia de la prosperidad y la manifestación fueron empujadas a la clandestinidad.
Los rosacruces y los masones mantuvieron vivo este conocimiento, y en el siglo XIX había surgido de nuevo con el trascendentalismo de Emerson y Thoreau, los teósofos dirigidos por Madame Blavatsky, Charles Fillmora y Ernest Holmes, Rudolf Steiner y su Sociedad Antroposófica.
Dice Price que el dinero es sólo un símbolo externo del abastecimiento interno. Pero si persigues sólo el símbolo, el abastecimiento interno se seca.
Sin embargo, es un error pensar que puedes obtener más dinero si te vuelves más espiritual, pues ese enfoque místico no funciona. Hay que buscar la causa espiritual de la abundancia. Cuando la encuentres todo lo que necesites vendrá a ti. El camino espiritual a la abundancia “se amaña” a favor de las personas que tienen pureza de intención.
El tema es interesante y nunca pasará de moda, pues todos queremos abundancia, pero no todos podemos acceder a ella y lo peor es que hay quien la tiene pero no se da cuenta.
