
Ante la disminución gradual de la presión que se presenta en el río Ramos, el cual alimenta de agua a las calderas de la refinería Héctor R. Lara Sosa de Cadereyta, Nuevo León, y siguiendo los protocolos internos de seguridad, se llevó a paro seguro las plantas hidrodesulfuradoras y otras unidades.
Frente a esta situación, Petróleos Mexicanos trabaja para evitar un problema de abasto ya que cuenta con inventarios suficientes y ha instrumentado diversas medidas para el suministro de gasolinas y diesel a sus clientes de la zona de influencia de la refinería.