Como era de esperar, el titular del Washington Post , “Incendios canadienses sin precedentes intensificados por calor récord, cambio climático”, es una mentira. La verdad es que los incendios forestales en Canadá no tienen precedentes ni son el resultado del cambio climático. Los incendios, que ahora arrojan humo sobre gran parte de su vecino estadounidense, son el resultado tanto de una negligencia maligna como de la oposición de Greenpeace y otros verdes a la gestión adecuada de los bosques, lo que se denomina “quema prescrita”.
En tiempos prehistóricos, el hombre aprendió que es necesario hacer lo que ahora se llama “quema prescrita”, o la quema de hojas, ramas y maleza, cuando el clima y el viento son adecuados, antes de que se acumulen en grandes cantidades. De esa manera, la quemadura eliminará el material inflamable sin calentarse lo suficiente como para incendiar los árboles grandes.
La quema prescrita se practica en ciertas partes de los EE. UU., pero en Canadá, donde se practicaba esporádicamente, la práctica se abandonó durante las últimas tres décadas. Los incendios forestales actuales, que ahora afectan la calidad del aire en grandes áreas de los EE. UU., se deben a la política del Departamento de Recursos Naturales de Nueva Escocia: “No tenemos políticas con respecto a [quemas prescritas]. Nunca lo hemos hecho en el pasado. No planeamos hacerlo en el futuro”. El resultado inevitable de tal inacción es que los fuegos en el suelo provocados por los rayos se calientan lo suficiente como para incendiar los árboles grandes. Peor aún, en las condiciones adecuadas, las copas de los árboles se incendian y eso se propaga a la velocidad del viento.
El caso de la Columbia Británica lo demuestra. En 1986, se realizaron quemas prescritas en 78.777 hectáreas que mantuvieron los incendios forestales algo bajo control. Ahora ya casi no hay quemas prescritas allí. IOP Science describe el resultado:
“Los incendios forestales de 2021 en BC establecieron varios récords nuevos. La temporada de incendios forestales comenzó un mes antes que el promedio, luego de tres días de temperaturas récord que alcanzaron casi los 50 grados C. Este "domo de calor" catalizó una serie de incendios forestales, incluido uno que quemó el 90% de la comunidad de Lytton, BC, lo que resultó en la pérdida de dos vidas. La temporada de incendios forestales de 2021 se convirtió en la tercera área anual más grande quemada en BC, con el precio de supresión más caro de cualquier temporada de incendios forestales de BC con 800 millones de dólares. En una cascada de perturbaciones, estos incendios forestales contribuyeron a los devastadores deslizamientos de tierra e inundaciones que inundaron partes del sur de Columbia Británica en el otoño de 2021, que ahora han superado los costos del incendio forestal de Horse River de 2016, estableciendo un nuevo récord para el desastre más costoso de Canadá”. (https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ac7345/pdf ). [rss]
