Editoriales

Coincidencias

Las casualidades o coincidencias se dan en todas partes, incluso entre la comunidad científica. El caso del descubrimiento del aluminio barato es uno de ellos. Sucedió en 1886 que dos hombres que no se conocían tuvieron la misma idea y descubrieron la forma de producir en forma económica el aluminio, pues antes eran tan caro como la plata y se usaba en artículos de lujo y de joyería. El ingeniero estadounidense Charles Martin Hall y el ingeniero francés Paul Héroult presentaron al unísono la misma patente. Pero las coincidencias entrambos no terminan ahí, pues los dos nacieron en 1863, y luego murieron los dos en 1914.   

Hall produjo las primeras muestras del metal el 23 de febrero de 1886, luego de varios años de experimentos. Su única ayudante era su hermana Julia Hall. Su invento pasaba una corriente eléctrica por un baño de alúmina disuelta en criolita, lo que hacía que un charco de aluminio se formase en el fondo de la retorta. El 9 de julio de 1886, Hall solicitó su primera patente. Sin embargo, Paul Héroult descubrió el proceso del aluminio electrolítico también en 1886. Finalmente, la decisión fue que a este proceso se le llamó Hall- Heroult. Ambos inventores aceptaron esta salomónica decisión.