
ANKARA - Turquía expulsó a militantes de Estado Islámico y a milicianos kurdos del YPG de una zona del norte de Siria, pero fuerzas sirias kurdas aún no cumplieron con una demanda turca de retirarse al este del río í‰ufrates, dijo el viernes el presidente Tayyip Erdogan.
Turquía lanzó una ofensiva transfronteriza en Siria la semana pasada, diciendo que tenía el doble objetivo de expulsar a los yihadistas y de asegurar que las fuerzas kurdas no llenen el vacío extendiendo su control territorial a lo largo de la frontera.
Ankara está preocupada de que combatientes sirios kurdos puedan envalentonar a militantes kurdos que llevan a cabo una insurgencia en su territorio.
Estados Unidos, por su parte, ha estado alarmado por una ofensiva turca contra las fuerzas kurdas, a las que Washington ha respaldado en su intento por destruir a Estado Islámico. Funcionarios estadounidenses han instado a Ankara a enfocar sus ataques en los militantes islámicos.
Aviones de guerra turcos realizaron el viernes nuevos ataques aéreos contra sitios en poder de Estado Islámico en el norte de Siria, reportó la cadena CNN turca, en la última incursión desde que las fuerzas respaldadas por Ankara comenzaron la ofensiva el 24 de agosto.
Erdogan dijo en una conferencia de prensa a primera hora del viernes que la operación llamada "Escudo del í‰ufrates" había logrado expulsar a Estado Islámico y al YPG kurdo de un área de 400 kilómetros cuadrados.
Sin embargo, el mandatario rechazó las acusaciones de que el YPG kurdo, que Ankara califica de grupo terrorista, se había replegado a un cantón controlado por los kurdos al este del río í‰ufrates. El YPG afirma haberlo hecho, en línea con lo que piensan funcionarios estadounidenses.