Desde hace tiempo soy lector de Leonardo Padura, ( La Habana 9 de octubre de 1955) desde que creó en sus novelas el personaje de Mario Conde .No voy a enumerar su vasta producción literaria, sólo algunas que me han atrapado en su lectura, desde su primera novela “Fiebre de caballos”, una historia de amor escrita en 1983, pasando por las más populares “Pasado Perfecto”(1991), “Vientos de cuaresma”(1994), “Máscaras” (1997), “Paisaje de otoño”(1998), “Adiós a Hemingway”(2001), “La cola de la serpiente”(1998), “La novela de mi vida”(2002), “La neblina del ayer” (2005), “El hombre que amaba a los perros”(2009), “Herejes” (2014) y “Como polvo en el viento”(2020). Son sólo algunas de su amplísima producción literaria. Algunas se han llevado a la pantalla con mucho éxito, como “Vientos de la Habana”, basada en el libro “Vientos de cuaresma”.
Quiero referirme a su última obra, “Personas decentes” (Tusquets editores 2022), también una extraordinaria novela que te atrapa desde el comienzo, cuando en 2016 se anuncia la visita a Cuba de Barack Obama en lo que se llamó el “deshielo cubano”, un concierto de los Rolling Stones y un desfile de Chanel por el famoso Paseo del Prado, el asesinato de un famoso ex dirigente del régimen cubano dedicado a censurar tanto a artistas, cantantes y escritores así como la desaparición y muerte de dos personas y la Policia tiene que recurrir a Mario Conde.
El personaje al que me quiero referir, Alberto Yarini y Ponce de León, también llamado “el gallo de San Isidro” y quienes hemos visitado La Habana, siempre los cubanos sacan a la plática su nombre. Nació en 1882 y murió trágicamente en 1910 en el barrio de San Isidro lugar de prostitución que se disputaban el proxeneta francés Louis Letot y el mismo Yarini que aparece como protagonista en el libro de Padura que a pesar de ser una novela, proporciona datos y fechas verídicas que han sido confirmadas por este aprendiz de escribidor.
En las pláticas de noches habaneras, al calor de una copa de ron, los cubanos siempre les gusta recordar al proxeneta más importante de principios del siglo XX, Alejó Carpentier lo recordaba como un ser mitológico de finos modales, un ser fabuloso que ayudaba a los necesitados, regalaba monedas a los chiquillos y llegó a darle una cachetada al Embajador de Estados Unidos que ofendió a un mesero mulato.
Vivía en la Calle de Paula número 96-actual 308-, hombre metódico se paseaba en las mañanas por el Paseo del Prado con sus perros, hasta llegar a San Isidro al bar El Cuba, allí se encontraba con su amigo Pepe Basterrechea y bebía un mojito o una copa de coñac hasta llegar a la Calle Paula, donde en perfecta armonía, convivían Elena Morales, una mulata de 22 años, Celia Martínez, una mestiza preciosa y la Petite Berthe, la francesa más hermosa que pisó La Habana y causa de su muerte a balazos con el francés Louis Letot en donde los dos perdieron la vida el 21 de noviembre de 1910. Yarini sobrevivió unas horas falleciendo a las 10.30 de la noche del 22 de noviembre en la calle de San Isidro número 60. Una multitud encabezada por el Presidente lo despidió al día siguiente. Antes del pleito, había acudido al Bar Vista Alegre a escuchar a Sindo Garay cantarle la canción que le compuso, “Nada temas, la vida te sonríe”.
Todo esto y mucho más, hacen de “Personas decentes” un libro interesante, como todos los que escribe Leonardo Padura, cuya extensa obra abarca aparte de la novela, ensayos y reportajes, guiones de cine con películas como “Siete días en La Habana”, “Regreso a Itaca” y “Cuatro estaciones en La Habana”. Poseedor de innumerables Premios a nivel Mundial como Premio Princesa de Asturias de las Letras (2015), Premio Nacional de Literatura en Cuba (2012), Orden de las Artes y las Letras (Francia 2013), Doctor Honoris Causa por la UNAM (2017) y una veintena de premios en todo el mundo, así como la traducción de su obra en varios idiomas, el libro se lee de un tirón y seguramente será otro éxito del escritor cubano habitante de “Mantilla”, uno de los barrios más emblemáticos de La Habana, perteneciente al Municipio de de Arroyo de Naranjo, mismo municipio donde habitó otro grande de la poesía cubana : Elíseo Diego.
Fuentes.- Personas decentes (Tusquets 2022)
San Isidro 1910. Alberto Yarini y su época, Dulcila Cañizares.
