Noviembre 08 de 1972: secuestran jóvenes guerrilleros a un avión de Mexicana de Aviación con pasajeros que volarían de Monterrey a la ciudad de México. Se trataba de unos jóvenes guerrilleros de la Liga de Comunistas Armados de Monterrey, con vínculos cercanos con la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Los hechos delictivos se realizaron en el Aeropuerto de Monterrey, en donde los guerrilleros, una vez que dominaron a la tripulación del Jet 757 de Mexicana de Aviación con la amenaza de traer consigo potentes bombas, exigían la libertad de cinco de sus compañeros presos, a cambio de los pasajeros secuestrados, que eran absolutamente todos. El gobierno del licenciado Luis M. Farías liberó a los presos: Edna Ovalle, Tomás Okosuno, Angel Mejía, Francisca de Lourdes Saucedo, y Reynaldo Sánchez, pero los guerrilleros, en vez de soltar a los secuestrados, se los llevaron en el mismo avión a La Habana, Cuba. Durmieron allá una noche y fueron regresados a México, sólo que directamente a la capital mexicana. Estos actos terroristas –de piratería aérea en este caso- se dieron en medio de una crisis política y de inseguridad generada, supuestamente, como secuela de la matanza de estudiantes en 1968 al final del sexenio del presidente Díaz Ordaz, durante la administración de Luis Echeverría, evento que ya hemos analizado en este mismo espacio.