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Inversionistas esperan en ascuas elecciones en México y Brasil

LONDRES/NUEVA YORK - Con un izquierdista consolidando su favoritismo para las presidenciales en México y el líder de los sondeos en Brasil en la cárcel, los inversores se podrían ver golpeados por las decisiones de los votantes en las dos principales economías de América Latina.

Los escándalos de corrupción en ambos países han hastiado a millones de votantes, llevándolos a abandonar los partidos tradicionales y favorecer a candidatos más populistas. El fuerte flujo de ingresos de fondos a los mercados de bonos ha ajustado los precios, lo que los hace vulnerables a las sorpresas.

México y Brasil, las economías más grandes de América Latina, se han beneficiado del crecimiento económico global y del apetito de los inversores por activos más riesgosos y de mayor rendimiento en los últimos dos años.

Pero algunos activos mexicanos, incluidas las acciones, han tenido un desempeño inferior al de sus contrapartes brasileñas a pesar de la prolongada recesión que sufre Brasil y la actual agitación política.

Esto se debe en parte a que los inversores temen que el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, favorito para ganar la presidencia mexicana el 1 de julio, de marcha atrás con las reformas energéticas e incremente el gasto social.

Los diferenciales de los bonos en moneda fuerte mexicana aún son más amplios que los de Brasil en el índice JPMorgan EMBI Global Diversified, aunque Brasil tiene una calificación de crédito soberano menor.

La inclusión de bonos emitidos por la petrolera estatal mexicana Pemex en el JPMorgan EMBI Global Diversified podría ser una de las razones, ya que estos pueden operar por encima de los soberanos, dijo Cathy Hepworth, codirectora del equipo de deuda de mercados emergentes de PGIM Fixed Income.

Por su parte, la bolsa brasileña ha subido un 10 por ciento en lo que va de año, mientras que la de México bajó casi un 2 por ciento. La preocupación por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte también tuvo su impacto, aunque las esperanzas de un acuerdo han crecido.

Mientras que la elección en México parece definida, la de Brasil está abierta después de que el Supremo Tribunal rechazó un pedido del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva -que lidera los sondeos- para evitar la cárcel mientras apela una condena por corrupción, lo que probablemente ponga fin a su carrera política.

“Se necesita más que una bola de cristal para descubrir qué sucederá”, dijo Thierry Larose, gerente de cartera senior de Vontobel Asset Management.

DUDAS EN MÉXICO

En México, los inversores pueden enfrentar una creciente volatilidad a medida que se acerquen las elecciones. Los temores a un mandatario izquierdista han pesado sobre la confianza, aunque algunos sostienen que López Obrador podría resultar más amigable con los mercados que lo previsto.

“Tendrá que moderar sus opiniones y, si quiere ganar, debe acercarse al centro”, dijo Raphael Marechal, gerente de cartera de Nikko Asset Management en Londres. “El mercado es muy negativo con México y podríamos tener una sorpresa positiva incluso si gana AMLO”, agregó Marechal, refiriéndose a López Obrador por su acrónimo.

A principios de abril, López Obrador envió una carta abierta a los inversores en la que intentaba disipar los temores a que podría dañar la economía, y prometió tener un gobierno con déficit cero.

Ed Al-Hussainy, analista de tasas de interés y divisas en Columbia Threadneedle, dijo que las nuevas reglamentaciones fiscales y la reforma energética de México -que puso fin a un monopolio estatal de décadas- serían difíciles de revertir, pero aún existe la posibilidad de que los inversores se asusten.

“A medida que aumenta la probabilidad de que AMLO sea elegido, existe el riesgo de que la deuda en moneda local y la moneda (el peso) se liquiden de manera más agresiva”, dijo. “El peso será la válvula de escape para cualquier revaloración del riesgo político”, agregó.

El peso ha subido casi un 7 por ciento este año frente al dólar, hasta un punto en el que algunos dicen que es demasiado caro dados los riesgos.

Un asesor de López Obrador dijo a Reuters la semana pasada que un futuro gobierno suyo trataría de ejecutar un presupuesto federal que esté “más o menos” equilibrado, y minimizó los temores a que la reforma energética se anule.

“El mercado está equivocado en este momento (...) el riesgo es que el mercado pueda perderse un repunte en México”, dijo Luc D’Hooge, jefe de bonos de mercados emergentes de Vontobel Asset Management.

¿OPTIMISMO EXTRAVIADO?

Mientras que los diferenciales de deuda en divisa dura de México se han ampliado ante los bonos de Estados Unidos en los últimos dos años, los de Brasil se han acortado debido al optimismo de que las reformas claves para el sistema de pensiones se concretarán independientemente de quién gane las elecciones. Pero algunos dicen que el mercado es complaciente.

Según el Banco Central de Brasil, el déficit presupuestario del país alcanzará el 6,2 por ciento del PIB, en parte debido al generoso sistema de pensiones, que D’Hooge de Vontobel calificó como una “bomba de tiempo”.

“Valuamos incorrectamente los activos brasileños cuando fue el juicio político (de la expresidenta Dilma Rousseff), se volvieron demasiado baratos y ahora han subido tanto que probablemente se volvieron muy caros”, dijo Al-Hussainy.

En este momento es imposible predecir quién surgirá como favorito en lugar de Lula, pero su capacidad para transferir votos a otro candidato se considera limitada. Mientras, los candidatos amigables con el mercado están quedando rezagados.

“En este momento no hay un nombre para que la gente se emocione”, dijo Maarten-Jan Bakkum, estratega senior de NN Investment Partners. “Y algunos que tienen la oportunidad de ganar ciertamente no son reformistas”, concluyó.