Internacional

Prevé FAO equilibrio en mercados mundiales de alimentos

Roma - Los mercados mundiales de alimentos estarán "bien equilibrados en general" en 2017, ya que los precios de los productos agrí­colas más comercializados a nivel internacional continúan relativamente bajos y estables, destacó la FAO.

En su reporte "Perspectivas alimentarias", resaltó que esta proyección favorable, especialmente para los cereales básicos, deberí­a hacer descender el costo de las importaciones de alimentos en el mundo a su nivel mí­nimo de los últimos seis años.

Dijo que las previsiones de una producción mundial récord para las cosechas de trigo y arroz de este año, junto a la recuperación de la producción de maí­z, ayudan a mantener unos inventarios abundantes y los precios bajos.

La producción mundial de cereales en 2016 deberí­a aumentar hasta los dos mil 569 millones de toneladas, 1.5 por ciento más en relación al año pasado y suficiente para incrementar aún más los inventarios existentes.

Se espera que el valor de las importaciones totales de alimentos caiga en 2016 un 11 por ciento en términos de dólares, hasta los 1.16 billones de dólares.

Ello debido a que la factura más reducida de productos ganaderos y alimentos a base de cereales compensará la factura más elevada de pescado, frutas y hortalizas, aceites y en particular el azúcar.

Sin embargo, según el informe, se prevé que esa baja sea más lenta para las naciones más vulnerables económicamente, muchas de las cuales han depreciado sus monedas locales.

En tanto, la FAO elevó su pronóstico para la producción mundial de trigo a 742.4 millones de toneladas, encabezada por los aumentos en la India, Estados Unidos y la Federación de Rusia, que está a punto de superar a la Unión Europea (UE) como el mayor exportador de cereales.

La utilización total de trigo se espera alcance los 730.5 millones de toneladas, incluyendo un fuerte aumento en el uso de trigo de calidad inferior como pienso para animales.

Por primera vez en tres años se prevé un aumento de la producción mundial de arroz, subiendo 1.3 por ciento hasta un máximo histórico de 497.8 millones de toneladas, impulsada por lluvias del monzón abundantes en Asia y aumentos notables en ífrica.

La producción de cereales secundarios se pronostica aumente un 1.8 por ciento respecto al año anterior, impulsada por cosechas récord en Estados Unidos, Argentina y la India.

Los precios de los cereales cotizan a la baja debido a los abundantes suministros esperados.

Los futuros de trigo y maí­z en la bolsa de Chicago (Chicago Board of Trade) cayeron ambos más de un 16 por ciento desde el comienzo del año, mientras que los precios del arroz cotizan a su nivel más bajo desde principios de 2008.

La producción de yuca –alimento básico en ífrica, donde el consumo per cápita supera los 100 kilogramos anuales-, se prevé crezca un 2.6 por ciento este año, a 288 millones de toneladas.

Sin embargo, la decisión de China de empezar a utilizar sus reservas de maí­z para la industria y los piensos a nivel interno ha frenado los precios internacionales y los flujos comerciales de la yuca.

La soya y otros cultivos oleaginosos podrí­an alcanzar una producción récord este año, gracias a los rendimientos récord de Estados Unidos, aunque se espera que la demanda crezca aún más rápido.

En el sector ganadero, se espera igualmente que los mercados de productos lácteos vuelvan a un equilibrio generalizado en 2016 tras un largo perí­odo de exceso de oferta, pero la menor disponibilidad de leche en la UE desencadenó el mayor alza mensual de los precios lácteos en muchos años.

El estancamiento de la producción mundial de carne en 2016, unido al aumento de la demanda internacional de carne de porcino y aves de corral, especialmente en los mercados de Asia oriental, sigue apoyando los precios de la carne.

Por su parte, se prevé que la producción mundial de pescado aumente 1.8 por ciento este año -por debajo de la tendencia- a 174 millones de toneladas.

Esto debido a que se espera que la producción acuí­cola se incremente en un 5.0 por ciento y la de capturas silvestres disminuya un 0.9 por ciento, debido en parte al impacto del fenómeno climático de El Niño sobre el volumen de sardinas, anchovetas y calamares que se pescan en el Pací­fico.