Nacional

Los banqueros exigen que AMLO sea como Lula si llega a la Presidencia

Durante la celebración de la 60 Convención de la Asociación de Bancos de México (ABM) "estuvo presente sin asistir" ---según dijo un diario nacional--. el presidente de Morena Andrés Manuel López Obrador y los banqueros en discursos y entrevistas enviaron el mensaje de que no importa quien gane las elecciones presidenciales en el 2018 el nuevo presidente tendrá que mantener "el modelo de paí­s" de los últimos 33 años, mantener además la "estabilidad macroeconómica" y respetar a las "instituciones".

Eduardo Osuna, director de BBVA-Bancomer fue quien más abiertamente lo dijo al declarar que los banqueros colaboraran con el gobierno que venga en el 2018, siempre y cuando, "la estabilidad macroeconómica y el modelo de paí­s se consolide", ya que, explicó; "un cambio de polí­tica seria negativo si no va en la ruta del crecimiento del paí­s y sus instituciones que se ha seguido en los recientes 30 años".

Por supuesto los banqueros también dijeron que sucederí­a en caso contrario y el propio Osuna señalo, "confió en la fortaleza de las instituciones como el banco de México". Dí­as después, el gobernador de ese organismo, Agustí­n Cartens, declaro al mismo diario que el banco central seria "el dique para contener al populismo".

Dado que durante la 80 Convención de la ABM también habló el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de hacienda José Antonio Meade llamando a defender "los logros" de los últimos 30 años y el "modelo liberal" contra "el populismo", Luis Torres presidente de Bancomer y presidente saliente de la AMB declaro que hay "diferentes tipos de populismo, Trump es populista, en España es Podemos Y aquí­ en México López Obrador" y señalo que se podrí­a trabajar con el sí­ respetaban los mismos principios liberales.

Al señalar esto los banqueros se están refiriendo a casos como el del ex presidente de Brasil , José Inácio Lula da Silva, un dirigente sindical y de izquierda que gobernó ese paí­s entre el 2002 y el 2010, "respetando las reglas" del liberalismo al mantener la autonomí­a del Banco Central; reduciendo el gasto público; implementando un reforme fiscal y otra de pensiones y manteniendo un crecimiento del PIB en base al impulso del consumo por la ví­a de diversos programas sociales que permitió a unos 28 millones de brasileños acceder a un empleo o a bienes de consumo, educación, salud y vivienda, aunque sin desarrollar la estructura productiva del paí­s y sin tocar la enorme concentración del ingreso en donde un 10% de la población controla el 50% del PIB y el 10% más pobre de esa población solo recibe el 1.4% del PIB. Como el mismo ex presidente Lula lo dijo en Colombia: " la inclusión se puede dar sin el desarrollo...así­ lo hicimos en Brasil".