Poco después de escenificar una enfrentamiento público, a finales de mayo, con el presidente de EU Donald Trump, la canciller alemana íngela Merkel visito México para dar su apoyo al gobierno de Enrique Peña Nieto por las reformas estructurales llevadas a cabo exigiendo al mismo tiempo un "marco jurídico" para estas y, al mismo tiempo, exigiendo que en las negociones que México emprenderá con el gobierno de Tremp en septiembre, "se tome en cuenta los intereses " de las empresas alemanas.
Como se sabe, empresas como Mercedez Benz-Chrysler o BMV empresas alemanas, utilizan a México como sede de armadoras para desde aquí exportar hacia los Estados Unidos. Igualmente pasa con decenas de empresas alemanas más que aprovechan el Tratado de Libre Comercio entre México y EU, para exportar sin aranceles hacia ese país.
El gobierno de Donald Trump ciritcado por Merkel como "no confiable", se propone imponer tarifas precisamente a las exportaciones automotrices desde México y Merkel le está pidiendo a México que se resista a eso en nombre de defender "los principios liberales" o el "libre comercio" que Trumpo amenaza, según la visión de Trump y algunos otros líderes europeos. Aunque Peña nieto no manifestó nada al respecto si pidió a Merkel que ayude a su gobierno a ratificar el Acuerdo General con la Union Europea, un tratado de libre comercio entre nuestro país y Europa que le hace falta para "diversificar" sus exportaciones ahora que se espera que EU bajo Trump cierre sus puertas.
En forma de presión para Peña Nieto, Angela Merkel blandió el tema de los "derechos humanos" y se mostró exigente para que se combatan "las desapariciones" y los ataques a "periodistas" y como corolario de esto, la canciller alemana se reunión con organizaciones de defensa de derechos humanos en céntrico hotel de la capital
