18/May/2024
Editoriales

El oficio de inventar palabras

En el año 2002 presenté en Monterrey mi libro ‘Palabrario’, un catálogo político del noreste, en el salón El Capitolio con la articipación de Armando Fuentes Aguirre ‘Catón’, Beatriz Pagés, Rafael Loret de Mola, y el editor del libro Alfonso Castillo, lingüistas consagrados todos. El evento fue un éxito, pues los cuatro son, aunque Castillo que ya se nos haya adelantado, muy taquilleros y el ambiente fue realmente agradable.

 Catón es genial para inventar nombres que describan las proclividades de sus dueños. 

 Pagés trae integrado al cerebro un diccionario, Rafael colecciona palabras filosas y Castillo vivía de la palabra escrita.

 Durante el acostumbrado vino de honor, Beatriz Pagés me invitó a que fuera a un programa de radio que tenía en Ciudad de México, al cual asistí con mucho gusto.

 Ella que es una consumada periodista, directora de la histórica Revista Siempre!, conducía ese programa y me dio la bienvenida.

 Apenas respondí con un saludo al público, cuando me soltó a bocajarro: ¿Qué quieres decir con palabrario? Esa palabra no existe en el diccionario de la lengua española.

 Tragué saliva porque no esperaba que iniciaran las ‘hostilidades’ -es broma, Doña Beatriz siempre es muy amable- y titubeé, saliéndome por peteneras.

 Sobre la marcha reaccioné y traté de recomponer mi traspiés diciéndole entre la respuesta a otra pregunta cómo inventé esa palabra:

 Le dije que, así como un aviario es un lugar de aves, anuario es una publicacion anual, bestiario es un conjunto de bestias, armario un mueble donde se guardan las armas, y Glosario es un conjunto de glosas, Palabrario es un conjunto de palabras. 

 

 Pagés como siempre, se comportó con mucha altura, pero de todas formas deslizó el comentario de que con esa lógica gramatical un Calvario debe ser el conjunto de calvos. Solté una nerviosa carcajada y al término de la entrevista, al regresar a Monterrey no faltó el compadre-escucha que dijera que debí contestar que un calvario también es el mueble en donde se guardan las pelucas.