10/May/2024
Editoriales

“Dar una mala noticia es uno de los actos médicos más difíciles”

El Presidente está Enfermo.

  Recibimos la noticia oficial  que el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, fue diagnosticado, hace pocos días, por los médicos  que por tercera vez contrajo la enfermedad infecciosa Covid19. A la sociedad se nos informa, que se encuentra en tratamiento y estará aislado por 3 días. Para suavizar la noticia alarmante. El presidente afirmó vía twitter que su corazón está muy sano. Para reconfirmar lo dicho por el presidente vía las redes sociales,  las voces autorizadas del Gobierno de la 4 transformación, niegan que la situación de salud del líder moral de Morena, sea delicada.

  Por otra parte, un testigo importante de la presunta afectación de salud del mandatario, durante su gira del pasado fin de semana por Mérida, fue el periódico el Diario de Yucatán, quien publicó en su portada; que habría sufrido un desmayo producto de un infarto o  una complicación cardíaca en el edificio conocido como Casa de la Piedra de la base aérea militar número 8, donde acostumbra realizar sus reuniones de evaluación de los trabajos del Tren Maya. Lo que genera dudas de cuál de las dos versiones es la acertada. Al profundizar sobre el tema médico que nos incumbe, me permito recordar, la profunda investigación que  publica el autor. Guillermo Murillo sobre las enfermedades de los Presidentes de México. En donde resaltan algunas historias de ellos, quienes sufrieron delicadas enfermedades cardiacas o infartos cerebrales, en pleno uso de sus funciones o al dejar el alto cargo público. Como:

 

Benito Juárez,- (1806-1872) nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806. Entre 1857 y 1872 fue cinco veces presidente de México. En marzo de 1864 sufrió una “fiebre biliosa”; el 17 de octubre de 1870, según el médico Francisco Menocal, sufrió una “congestión cerebral” o un “violento ataque cerebral”, según el galeno Ignacio Alvarado y tuvo: dolor precordial opresivo que se prolongó durante horas y se asoció con cuadros sincopales, siendo su pulso de 25-30 por minuto; una semana después tuvo “parálisis del gran simpático”; el 20 de marzo y el 8 de julio de 1872 tuvo varias crisis anginosas. El día 17 de julio, “el Sr. Juárez comenzó a sentirse malo, no comió, tuvo cefalea occipital... el siguiente día comenzó a trabajar, pero, sintiéndose muy cansado por haber tenido insomnio en la noche previa ordenó que se dijera que sufría un agudo dolor en la pierna derecha, a causa de un reuma. Se retiró a su casa donde se acostó hasta poco antes de las ocho de la noche. Después de esa hora comenzó a sentir opresión en el pecho...”. El dolor de la pierna se le acompañó de “cierta dificultad para respirar”. El periódico El Federalista, el 19 de julio, publicó que se le habían aplicado “… inyecciones locales de solución de morfina sobre el lado izquierdo del pecho…”; también, según escribió el médico I Alvarado, le aplicó agua hirviendo sobre la región del corazón. Murió en la Ciudad de México el 18 de julio de 1872 a las 23:30 horas.

 

Guadalupe Victoria,- José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, en honor de la Virgen de Guadalupe y de la victoria obtenida por la insurgencia, 1786-1843) nació en Tamazula, Nueva Vizcaya (hoy Durango), el 29 de septiembre de 1786; ocupó la presidencia de México del 10 de octubre de 1824 al 31 de marzo de 1829. Era epiléptico desde 1839; en noviembre de 1842, estando en Santa María Tlapacoyan, sufrió un ataque de apoplejía; el 3 de diciembre sufrió una neuralgia; posteriormente, estando en Teziutlán tuvo dos crisis convulsivas; el 9 de febrero de 1843 fue trasladado al Fuerte de San Carlos de Perote, Veracruz, en donde fue atendido por el facultativo Antonio González del Castillo; el 10 de marzo de 1843 se quejó de precordalgia; declinando “en atrofia”, expiró a las 12:30 horas del 21 de marzo; el doctor González del Castillo le realizó la autopsia, reportándola por escrito al día siguiente:



Miguel Alemán Valdés,- (1900-1983) nació en el pueblo Sayula (hoy de Alemán), municipio de Acayucan, Veracruz, el 27 de septiembre de 1903. Fue presidente de México del 1 de diciembre de 1946 al 30 de noviembre de 1952. Falleció en la Ciudad de México el 14 de mayo de 1983 a las 2:15 horas de un infarto agudo del corazón en su casa (“la residencia amarilla”), ubicada en Fundición (hoy Rubén Darío) 187.

 

Adolfo Ruiz Cortines,- (1889-1973) nació a las 15 horas del 30 de diciembre de 1889, en la calle Zamora 15, en Veracruz, Veracruz. Fue presidente de México del 1 de diciembre de 1952 al 30 de noviembre de 1958. En enero de 1953 fue sometido a apendicetomía en su casa de San José Insurgentes por el médico Gustavo Baz. Falleció en Veracruz, Veracruz, el 3 de diciembre de 1973,46 de insuficiencia cardiaca, “por arterioesclerosis”, atendido por el médico Mario Díaz Tejeda. El médico Edmundo Denis Mezo preparó el cadáver para su traslado a la Ciudad de México. Fue sepultado en el panteón de Dolores de la Ciudad de México.

 

José López Portillo,- (1920-2004) nació el 16 de junio de 1920. Fue presidente de México del 1 de diciembre de 1976 al 30 de noviembre de 1982. Padeció de sinusitis; en 1994, tuvo un infarto cerebral, quedando hemipléjico; en 2001 fue intervenido quirúrgicamente en Houston, Texas; padecía diabetes sacarina. Falleció de neumonía, que derivó en insuficiencia multiorgánica a las 20:15 horas del 17 de febrero de 2004 en el Hospital Ángeles Pedregal, tratado por el médico neumólogo Carlos Castillo Alarcón. Sus restos están en el panteón Militar de la Ciudad de México.

 

 Por lo pronto: deseamos el pronto restablecimiento del presidente Andrés López, y seguiremos su convalecencia, esperando que con los cuidados médicos que le otorgan sean efectivos y su cuerpo se regenere, ya que su registro médico señala, que tiene hipertensión arterial sistémica. Y el 3 de diciembre de 2013, fue sometido a un cateterismo coronario y colocación de stent (tubo diminuto) en el Hospital Médica Sur por el cardiólogo Patricio Ortiz. Además tiene patología en la columna vertebral, atendido por el médico cubano Félix Delorit.


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