Hasta ahora, se ignora porque la familia del fallecido diputado Jesús Gómez no permitió que se le rindiera un homenaje póstumo en el recinto legislativo.
Sería injusto decir que sus compañeros no lo permitieron porque eso es falso, pero aunque no se conocía su historial médico, el legislador se veía fuerte y ni quien pensara que iba a morir y menos de un infarto.
Subió muchas veces a la tribuna, era aguerrido y al menos en el Congreso fue un hombre respetuoso con quienes lo rodeaban.
Los cargos que desempeñó se los ganó con trabajo. Era un panista apasionado que amaba a su partido.
Fue Regidor en Guadalupe, funcionario en Monterrey y su último cargo fue el de Diputado local.
Gómez era un diputado muy trabajador y al momento de su muerte sólo contaba con 46 años.
Era hombre de carácter fuerte, pero siempre le fue leal a su partido y a su Jefe, el coordinador de la bancada, Carlos de la Fuente.