La operación, apodada "Onerat" ('carga', en latín), busca a 40 responsables de robos de camiones de carga, un flagelo más de este estado al borde de la bancarrota
Brasil - Miles de militares y policías brasileños irrumpieron este sábado de madrugada en varias favelas de Rio de Janeiro para desbaratar bandas de robos de cargas, convirtiendo varias zonas de la ciudad en verdaderas zonas de guerra.
Apoyados por helicópteros, 3.600 militares y centenares de policías participan desde poco antes de las 04H00 locales (07H00 GMT) en el despliegue en cuatro de estos barrios pobres, a menudo controlados por bandas de narcotraficantes, de la zona norte y en otro de la zona oeste de la ciudad, indicó la Secretaría de Seguridad del Estado de Rio (Seseg).
La operación, apodada "Onerat" ('carga', en latín), busca a 40 responsables de robos de camiones de carga, un flagelo más de este estado al borde de la bancarrota, azotado por la corrupción, las guerras entre bandas de narcotraficantes y las ejecuciones perpetradas por milicias parapoliciales.
Las autoridades publicaron en internet las fotos de 15 de las personas buscadas en la favela de Lins (norte), ofreciendo 1.000 reales (unos 320 dólares) de recompensa por su captura.
El anuncio solicita "informaciones sobre escondites de armas, localización de bandidos, cargas robadas, puntos de venta de droga y vehículos robados" y promete el anonimato para los denunciantes.
Decenas de soldados en ropa de camuflaje estaban apostados en esa comunidad, con sus armas listas para disparar, en tanto que carros blindados y dos jeeps bloqueaban el acceso al lugar, comprobó la AFP.
Todas las personas que salían del lugar eran sometidas a controles de identidad, cacheos de armas y revisiones de paquetes.
Los residentes contaron que fueron despertados por la irrupción de las tropas.
"Hay un ambiente de tensión y miedo. Casi nadie consigue ir a trabajar", dijo Vanuza Barroso da Silva, de 23 años, que se dirigía a su trabajo en un supermercado.
Según la radio CBN, en el complejo de Lins se registraron tiroteos, en tanto que un individuo murió en un enfrentamiento en el de Sao Joao, también en la zona norte.
- Segunda fase de 'Seguridad y Paz' -
El presidente brasileño, Michel Temer, ordenó el 26 de julio el envío de 8.500 militares a Rio de Janeiro, para integrar una fuerza de 10.000 hombres, con la misión de contener la ola de inseguridad.
La Seseg precisó que el operativo de este sábado marca la "segunda fase" de esa operación, bautizada 'Seguridad y Paz', que debe prolongarse hasta fines de 2018 y basarse en acciones de inteligencia y acciones sorpresa.
Esa estrategia contrasta con la utilizada hasta ahora, de ocupación temporaria del territorio, que vuelve a ser controlado por las facciones criminales apenas se retiran las tropas.
El operativo 'Onerat' se produce exactamente un año después de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio, durante los cuales decenas de miles de militares garantizaron la seguridad de la ciudad.
El primer semestre de este año fue el más violento en Rio desde 2009, con 3.457 muertes violentas, un 15% más que en el mismo periodo de 2016, según datos del Instituto de Seguridad Pública (ISP), un organismo oficial. La zona con más casos (23%) es la Baixada Fluminense, en la zona metropolitana de Rio.
En lo que va del año, 93 policías fueron abatidos, en enfrentamientos o fuera de servicio. El último caso se produjo la madrugada del sábado, cuando un sargento de la Policía Militar (PM, un cuerpo bajo la autoridad de cada estado) fue baleado en su vehículo, de acuerdo con un informe policial citado por la prensa.
Los robos de camiones de carga son otro de los flagelos que azotan a la región.
Según la Federación de Industrias del Estado de Rio de Janeiro, el año pasado hubo 10.000 casos denunciados, principalmente en las carreteras de acceso a la ciudad, con pérdidas multimillonarias.