11/May/2024
Editoriales

El gran Poe

Me encantan los cuentos. Es para mi, el mejor género literario, pues su brevedad es un atractivo especial, entretiene y, por lo general, su contenido ilustra. De los cuentistas norteamericanos me agradan mucho Edgar Allan Poe, y Ambrose Bierce, entendiendo al segundo como discípulo o mejor dicho heredero de Poe. Aunque Bierce es de un estilo más lúdico satírico que Poe, y a las pruebas me remito con su fabuloso Diccionario del diablo.   

Edgar Allan Poe nació en Massachussets en 1809, con una capacidad enorme al grado que en sus cuentos cortos inventó el género policial. Ya decía que Bierce se inspiraba en Poe, pero también Arthur Conan Doyle, autor de Sherlock Holmes, se inspiró -o copió- el personaje policial de Poe: el detective Auguste Dupin. El estilo de Poe era tan dominante que también influyó en Julio Verne, y en Agatta Christie, entre otros escritores del siglo XIX. Para aquellos que no hayan tenido la oportunidad de leer algo de Poe, la verdad es que no me aguanto las ganas de reproducir, aunque sea una pequeña parte de su cuento “El corazón delator”, que se publicó en 1843:

“_¡Es verdad! Siempre fui nervioso, demasiado nervioso, terriblemente nervioso. Pero ¿por qué ustedes sostienen que estoy loco? La enfermedad había aguzado mis sentidos en vez de derruirlos o aneblarlos. Mi oído era el más agudo. Percibía cuanto hay de audible en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí del infierno. Entonces ¿cómo puedo estar loco? Escuchen y aprecien la cordura, la calma con la que les narro mi historia…”

Fabuloso ¿verdad? Pues este joven escritor murió a los 40 años de edad y aunque padeció delirium tremens por su exagerada ingesta de alcohol, no se sabe con precisión la causa de su muerte. Dicen que lo encontraron tirado afuera de un bar, y hay otras versiones peores. Lo cierto es que genios de ese tamaño, escasean, y tanta falta que nos hacen en estos tiempos de reclusión. El escarabajo de oro, en 1843, es un relato de un fabuloso tesoro enterrado que no puede uno perderse un solo renglón. Berenice, Los anteojos, La carta robada, Los crímenes de la calle Morgue, El hombre de la multitud y muchas otras joyas nos dejó en su breve paso por la vida. Poe es, para muchos críticos, el escritor que mejores obras tiene de literatura del terror, pero de un terror suave.