El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció hoy que mantendrá la prohibición de entrada al país de inmigrantes de siete países a pesar de la decisión de una jueza de bloquear la deportación de algunos a sus naciones de origen.
"La orden ejecutiva del presidente sigue en su lugar, los viajes prohibidos seguirán prohibidos y el gobierno de Estados Unidos retiene su derecho a rebuscar las visas en cualquier momento del retenido por seguridad nacional o seguridad pública", señaló el DHS.
Anoche una jueza federal bloqueó parcialmente la orden ejecutiva migratoria del presidente Donald Trump y prohibió que los inmigrantes de siete países detenidos en Estados Unidos sean deportados a sus países de origen.
La jueza Ann Donnelly de la Corte Federal Distrital de Brooklyn determinó que la ejecución de las acciones ejecutivas del presidente podría provocar "daño irreparable" en los inmigrantes, muchos de los cuales han recibido visas o estatus de refugiados.
Su dictamen tuvo lugar en medio del surgimiento de protestas espontáneas en varias de las principales terminales de Estados Unidos, incluido en Nueva York y Dallas.
En respuesta, el DHS sostuvo que la orden ejecutiva afecta a una porción menor de viajeros internacionales y representa el primer paso para restablecer el control de Estados Unidos sobre sus fronteras y seguridad nacional.