TOKIO - El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dijo el miércoles que Washington trabajará con sus aliados y con China para ejercer presión económica y diplomática sobre Corea del Norte, pero agregó que la Casa Blanca repelería cualquier ataque con una "respuesta arrolladora".
Pence llegó a Tokio el martes proveniente de Corea del Sur y reafirmó a Japón su compromiso de contener las ambiciones nucleares y misilísticas de Pyongyang durante una serie de reuniones con líderes japoneses, incluido el primer ministro Shinzo Abe.
En declaraciones a bordo del portaaviones USS Ronald Reagan en el puerto de Yokosuka, Pence dijo que las intenciones de Estados Unidos seguían inquebrantables frente a la amenaza de Corea del Norte, que ha realizado varias pruebas nucleares y de misiles en represalia por sanciones de la ONU. Su última acción concreta fue el lanzamiento fallido de un misil el domingo.
"Aquellos que desafiaran nuestra determinación o disposición deberían saber que repeleremos cualquier ataque y uso de armas convencionales o nucleares con una respuesta arrolladora y efectiva", dijo Pence generando ovación, y reiteró que todas las opciones están sobre la mesa a la hora de lidiar con Pyongyang.
Pence hizo sus declaraciones mientras la Casa Blanca intenta explicar la controversia en torno a la locación del portaaviones USS Carl Vinson, que el presidente Donald Trump dijo la semana pasada que había sido enviado cerca de la península coreana como advertencia a Pyongyang pero que se dirigió a Australia.
Pence, que no hizo mención al Carl Vinson o la polémica al respecto, dijo que había hablado con Trump y que para el 2020 aproximadamente un 60 por ciento de la flota naval estadounidense estaría en la región asiática y que el rol de Japón crecería.
"Estados Unidos fortalecerá su presencia en Asia Pacífico", señaló el vicepresidente. "Japón asumirá un mayor papel y responsabilidad en nuestra alianza en los próximos años", agregó.
Funcionarios de Defensa de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, que mantuvieron reuniones trilaterales sobre seguridad en Tokio, llamaron a Corea del Norte a que abandone su desarrollo de armas de manera irrevocable.
"Los funcionarios instamos a Corea del Norte a abandonar sus programas nuclear y de misiles balísticos de manera completa, verificable e irrevocable, para cesar sus acciones provocadoras que sólo incrementan las tensiones en la región", declararon en un comunicado.
Un importante funcionario norcoreano dijo en una entrevista con la BBC esta semana que Pyongyang realizaría pruebas con misiles "en base semanal, mensual y anual", y que cualquier acción militar en contra de eso de parte de Estados Unidos generaría una "guerra sin cuartel".