Luego de varias décadas de desorden urbanístico, donde el crecimiento de la ciudad era marcado por dos polos opuestos: por un lado, los fraccionamientos para clase media y alta, y por el otro, las invasiones de terrenos para asentamientos irregulares de las clases populares, y para los migrantes de diversos estados del país que venían atraídos por la oferta de empleos.
El Estado a través de FOMERREY, y el Municipio, intentaban normalizar los predios irregulares, pero la velocidad de nuevas invasiones superaba por mucho las capacidades de los órganos públicos para regularizar las demandas de esta creciente población.
Fue hasta la década de los años noventa del siglo XX, siendo gobernador Sócrates Rizzo cuando mediante el programa de Ciudad Solidaridad se formuló el primer gran proyecto para iniciar el ordenamiento del crecimiento urbano de la ciudad de Monterrey.
Ciudad Solidaridad no se creó como una única mega colonia, sino propiamente una ciudad formada por barrios, cada uno con una vocación distinta.
La idea prosperó y hoy día, Ciudad Solidaridad está integrada por cerca de 32 barrios y colonias, uno de estos -de los originales- es el Barrio Aztlán.
Este Barrio Aztlán se edificó en los terrenos en donde estaba ubicado el ejido Monterrey y algunos otros predios particulares que el gobierno federal adquirió.
Dicho predio junto al de toda Ciudad Solidaridad fue cedido al Estado por la Federación, con la única finalidad de que se destinara a vivienda popular. Así que el 4 de octubre de 1993, el Congreso del Estado desafectó -mediante el decreto 196-, las 800 hectáreas en favor de un Fideicomiso para desarrollar programas habitacionales, con usos comercial, industrial, de servicios, y equipamiento social.
Dentro del polígono que conforman las avenidas Abraham Lincoln, Luis Donaldo Colosio, Lado de los Esclavos y Ocaso; se construyó una ciudad completa bien diferenciada y organizada; con áreas industriales, comerciales y de viviendas, en el poniente de la ciudad, cerca del municipio de García.
A eso obedece el hecho de que grandes centros comerciales y de entretenimiento se hayan asentado por el Barrio o dentro de Ciudad Solidaridad, proveyendo a sus habitantes de satisfactores de calidad sin tener que viajar grandes distancias.
El Barrio Aztlán fue construido con todos los servicios, con infraestructura y equipamiento, no fue un predio que se pobló, sino parte de una ciudad que se construyó ex profeso. Se trata de un ejemplo de crecimiento ordenado, donde cientos de familias se asientan a vivir organizadamente, a diferencia de tantos fraccionamientos y colonias nuevas que insertan más problemas a la de por sí complicada Gran Ciudad de Monterrey.
Resumiendo, el Barrio Aztlán nació organizado.