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Sirte, la ciudad de mil y una vidas, clave en el conflicto libio

Sirte es la base de operaciones de las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, enfrentado a las tropas del Gobierno de Unión Nacional (GNA), el poder internacionalmente reconocido en ese país, que tiene su sede en Trípoli.

El sábado, el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi, un aliado del mariscal Haftar, dijo que Sirte era una “línea roja” que no debe ser cruzada por las fuerzas del GNA.

El líder egipcio amenazó con involucrar directamente a las tropas de su país en el caso de que el GNA avanzara hacia Sirte.

Ubicación clave

Situada a 300km de las costas europeas, Sirte se encuentra a medio camino entre la capital, Trípoli, al oeste, y Bengasi, la ciudad principal de Cirenaica (este).

Esta región desértica ha servido durante mucho tiempo como separación entre las provincias romana y helénica del norte de África.

Sirte es formada históricamente por aldeas dispersas, con una población rural perteneciente a cuatro tribus principales: los Gadafa -clan al que pertenecía Muamar Gadafi-, los Werfalla, los Forjane y especialmente los Magariha, los partidarios más leales de Gadafi.

La ciudad llegó a tener una población de unos 120.000 habitantes, pero muchos de ellos huyeron durante la revolución de 2011 o después de que el Estado Islámico pasó a controlar la región en 2015. Se estima que actualmente hay unos 50.000 civiles.

En un eje norte-sur, la línea que conecta Sirte con Al Jufrah (a 280 km) se considera históricamente como la frontera entre Tripolitania y Cirenaica, y durante siglos, su principal interés residió en este eje geográfico.

Este interés se acentuó durante el período contemporáneo en vista de su proximidad a la zona de “media luna petrolera”, más al este, donde se encuentran las principales terminales y puertos del país.

Protegida por Gadafi

La situación de la ciudad cambió a partir de 1970, con la llegada al poder de uno de sus hijos, Gadafi.

EL nuevo líder todo lo posible para poner a su ciudad en el centro de atención, incluso trató de convertirla en la capital de su “Yamahiriya” [“Estado de las masas”).

En la década de 1990, Gadafi ordenó la instalación de ministerios en Sirte, antes de instalar allí su parlamento, aunque el esfuerzo no prosperó.

Gadafi, sin embargo, logró crear una nueva provincia administrativa para su región, “al Wosta” (“central”), además de las tres ya existentes: Tripolitania, Cirenaica y Fezzan.

Su centro de conferencias “Uagadugú”, erigido para albergar cumbres africanas e internacionales y servir a su política panafricana, fue escenario de la génesis de la Unión Africana (UA) con la “Declaración de Sirte”, el 9 de septiembre de 1999.

En la década de 2000, dignatarios extranjeros retornaron a Sirte para encontrarse, en una tienda, con el caprichoso dictador libio.

En el tumulto de la Primavera Árabe, Gadafi fue finalmente capturado y asesinado cerca de Sirte, en octubre de 2011, después de que su convoy fuera blanco de un ataque aéreo de una coalición liderada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos.

Bastión del EI

Después de 2011, Sirte, vista como un símbolo del antiguo régimen, quedó abandonada a su suerte en un país a la deriva.

Aprovechando este caos, el Estado Islámico convirtió la ciudad en su principal baluarte libio.

A partir de junio de 2015 la bandera negra de los yihadistas pasó a ondear en los edificios públicos de la ciudad portuaria, y se tornó escenario de castigos como corte de manos y de cabezas en lugares públicos.

La reconquista de Sirte finalmente llegó desde Misrata, un importante puerto comercial a 250km al oeste, desde donde partieron en mayo de 2016 las fuerzas favorables al GNA, que se había instalado en Trípoli unas semanas antes.

En diciembre, con el apoyo de la fuerza aérea estadounidense, las fuerzas finalmente desalojaron grupo ultraradical de Sirte.

Del GNA a Haftar

Sin embargo, no fue el fin del drama de Sirte en un país desgarrado.

En enero de 2020, la ciudad fue conquistado por las tropas de Haftar, como preparación para el asalto que parecía imparable sobre Trípoli.

Con el apoyo de Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Rusia, los hombres de Haftar ingresaron a la ciudad casi sin resistencia, después de comprar la lealtad de un grupo armado salafista local.

Aunque el cuartel general de Haftar aún se mantiene en la ciudad, el equilibrio de poder ha cambiado abruptamente en las últimas semanas con una serie de conquistas militares de las fuerzas de GNA, gracias a un mayor apoyo de Turquía.

Después de recuperar el control de todo el noroeste de Libia, las fuerzas de GNA pusieron rumbo a Sirte, pero el frente de conflicto se estabilizó a mediados de junio al oeste de la ciudad.