CIUDAD DE MEXICO - El conservador Partido Acción Nacional (PAN), principal fuerza opositora del país, enfrenta una de sus peores crisis de los tiempos recientes, mientras grupos de ultraderecha dispersos buscan unificarse para transformarlo en organización de ultraderecha al estilo de Vox, de España. Influyentes personajes dentro del PAN alzaron la voz para exigir la renuncia del presidente Marko Cortés, al que acusaron de asumir una postura "derrotista" e iniciar un proceso de renovación a fondo. Mientras tanto, comienzan a adquirir relieve movimientos a favor de la radicalización del partido en estados del centro del país como Querétaro y Guanajuato y del norte como Nuevo León, Chihuahua y Sonora. Entre los promotores figuran el secretario general de Sublevados, una entidad todavía sin registro, Mario Fernández y la ex diputada del estado de Querétaro, vecino a la capital, Elsa Méndez.
La visita a México, a principios de septiembre pasado del líder del partido español Vox, Santiago Abascal, puso en evidencia fuertes fracturas dentro del PAN y la emergencia de una facción de ultraderecha en sus filas. Con una agenda basada en el rechazo al comunismo, la despenalización del aborto y contra el matrimonio entre homosexuales, los partidarios de transformar a este partido en una especie de "Tea Party", al estilo del Partido Republicano estadounidense, salen al escenario después de mucho tiempo de actuar en la sombras. Un grupo de 15 senadores y tres diputados del partido, que gobernó a México entre 2000 y 2012, suscribió la "Carta de Madrid", promovida por Abascal, durante la visita de este dirigente, en la que se repudia el avance del comunismo en las naciones de habla hispana. El surgimiento de un partido de ultraderecha podría poner en riesgo una alianza forjada entre el PAN y con otros partidos de izquierda y centro en el Congreso para hacer contrapeso al oficialismo de cara a las elecciones del 2024.
"México nunca va a ser comunista", advirtió el coordinador de senadores del PAN, Julen Rementería, tras reunirse con Abascal y firmar la controvertida proclama, lo que fue rechazado por varias figuras reconocidas que empujan una agenda más centrista en la agrupación. El dirigente provisional del PAN, senador Héctor Larios, reprobó el encuentro de los legisladores con Abascal, quien calificó de "tirano" al presidente Andrés López Obrador. López Obrador pidió "salir del closet" a los mexicanos que simpaticen con causas como la de Vox, para "dejar de lado las simulaciones" y no optar por "la hipocresía". El presidente de la Comisión Política del partido Santiago Creel, ex ministro de Gobernación (interior) a señalar que "nuestra contraparte oficial en España es el Partido Popular "con quien compartimos membresía en diversas internacionales partidistas", por lo que "no tenemos ningún tipo de relación institucional con Vox".
"El PAN busca la construcción de un centro político en donde, a partir de nuestros principios y valores, la diversidad es bienvenida y se celebra", dijo. Otras figuras del partido se desvincularon de Abascal, como la senadora Xóchitl Gálvez, quien señaló que "Yo con Vox… ni a la esquina", mientras que la expresidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, quien dijo que "Acercarnos a un partido de ultraderecha" no abona a los objetivos democráticos del PAN. El expresidente de esta fuerza política, Gustavo Madero, lamentó que Acción Nacional "se haya corrido a la derecha cuando más se requiere ser una alternativa democrática y comprometida con los derechos humanos".
Según un reportaje del sitio digital Sin Embargo, en la creación de un nuevo partido de ultraderecha a partir del PAN participan "legisladores, servidores públicos y liderazgos todavía en ese partido, incluyendo integrantes de la organización secreta El Yunque, pero también empresarios, académicos, colectivos sin militancia y activistas". "Muy pronto tendremos Vox México", señaló la exdiputada de Querétaro Elsa Méndez, que se retrató con Abascal el 3 de septiembre y dijo a Sin Embargo que "hay mucho ánimo de diferentes sectores y perfiles, académicos, empresarios y activistas sociales, mayormente jóvenes" para crear esta formación política. Méndez dijo que el PAN "ha claudicado en representar a los mexicanos que defienden los valores provida, y se ha convertido en una "derecha cobarde, porque en muchos temas" le ha hecho el trabajo al oficialismo.
