Nacional

Bajo el sedante electoral se agudiza el colapso de la economía

Partidos y candidatos sustituyen el debate económico con campañas "anti corrupción"

Mientras transcurren con mayor o menor intensidad los procesos electorales del estado de México, Coahuila y Nayarit, todos los indicadores económicos que se han dado a conocer en estos dí­as, ya sea por el INEGI, el Banco de México o los "analistas" consultados por este último, nos indican una profundización de la llamada "recesión de varios años" de la economí­a nacional. ---Como es sabido, según los términos de los economistas, una recesión que dura dos semestres debe ser considerada una "depresión", pero en México ya lleva varios años llamándose "desaceleración" o "recesión"--.

Para empezar, las firmas calificadoras como Moodys o Fitch han bajado su calificación para México de "estable" a "negativa" por la dificultad que ven en la enorme deuda del paí­s y sus bajas capacidades de pago. La deuda del gobierno federal o "Saldo de los requerimientos financieros del sector público" es reconocido ya en un nivel de 9.6 billones de pesos (bdp).

Por supuesto, el precio del petróleo a un nivel de entre 30 y 45 dólares el barril es la principal causa. El gasto público, por lo tanto, tiende a defender y en lo que se refiere al gasto programable que incluye la inversión fí­sica se reporta una caí­da de 8.2% en el primer trimestre del año.

Como consecuencia de esto se habla de un crecimiento del PIB de solo 1.5% para este año, es decir por primera vez se reconoce un crecimiento menor al 2% o por debajo de "la maldición de 2.2% " que ha atacado a México en los últimos 20 años según la revista Forbes.

La inflación para el INEGI será de 5.6% este año, un punto más arriba del lí­mite que se habí­a propuesto el Banxico, lo cual en el mundo real significa aumentos de hasta 50% en diferentes precios. Por lo que se ha visto hasta ahora, ninguno de los partidos ni candidatos ha querido mencionar esto en sus campañas polí­ticas o propaganda. En todos los casos de elecciones, los candidatos y partidos se han concretado a denuncia "corrupción" o a cuidarse entre sí­ de perpetrarla, evadiendo con ello el enfrentar y buscar soluciones al colapso económico. La campaña "anti corrupción" de los diferentes partidos sirve para evadir el debate sobre la realidad del derrumbe de la economí­a nacional y de su principal consecuencia: La desintegración social.