30/Apr/2025
Editoriales

De Tin Marín de Do Pingüé

Cúcara, mácara, títere fue, yo no fui, fue Teté, pégale, pégale, que él fue…

Es una frase medieval hecha leyenda que no sólo se refiere quizás a un juego infantil en particular, sino que pasó a formar parte de un modismo arraigado entre los mexicanos, que con el paso de los años hemos adoptado y construido, donde se refiere a situaciones de suerte al ser favorecidos en diferentes episodios de vida, ya sea salir agraciados o perjudicados.

  El Tin Marín, es una rima de conteo al que a muchos de nosotros, se nos ha aplicado en alguna etapa de nuestra vida. Por ejemplo, recuerdo hace muchos años que fui testigo del jueguito junto a mi hermano mayor al que acompañé a un baile de pubertos.

  Esa tarde-noche la situación pasó de casual gris a una emoción palpitable, ya que no pensaba platicar y mucho menos bailar una alocada melodía con una pecosa jovencita, la cual al ritmo de su inocencia tardía, me confesó entre sorbos de uva del refresco Grapette, que la suerte del dichoso juego me eligió a mí y no a mi hermano, al señalarme que fui elegido por el Tin Marín, ya que como nos parecíamos mucho, sus amiguitas y ella, no hallaban cómo decidirse por alguno de los novedosos hermanos.

  En otra extraña situación, cursando yo la primaria, una vez más el Tin  Marín, hizo de las suyas en mi persona, ya que a mi estupenda maestra Susana, le apetecía comer una o dos veces por semana pollo de la famosa marca del Coronel Sanders, Kentucky Fried Chicken a lo cual elegía a dos compañeros y a mí, para turnarnos a salir de la escuela para ir a comprarle el festín empacado en su olorosa caja cartonera. Sólo que daba la casualidad que el elegido por la (suerte) casi siempre era yo, quien con arrojo y precaución tenía que brincar la barda blanca de mi fortificada primaria y caminar un par de cuadras y así entregarle lo solicitado por el Tin Marín.

  Siguiendo la lógica y aplicada a la política rumbo a las elecciones del 2024, tal parece que en Movimiento Ciudadano, su líder mesiánico de la vieja política Dante Delgado, busca apropiarse del Tin Marín, al dejar a la suerte la designación de su candidato a la Presidencia entre dos contendientes. Nos referimos al tristemente célebre ex secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno del Presidente López Obrador, Marcelo Ebrard, y por otra parte al todavía actual gobernador de Nuevo León, Samuel (“Me Peleo Con Todos”) García. Ambos candidatos externos, aunque se diga en algunos frentes políticos que Samuel o Marcelo, sean emecistas de origen.

  Por lo pronto: ¿Podrá la “Piedra, Papel o Tijera”, vencer al antiguo pero sabio “De Tin Marín de do Pingüé”? O se atreverá el mandamás naranja aplicar algún método democrático en las internas nacionales de su partido político… Los afiliados emecistas empiezan a desesperarse ante la pasividad y poco tacto político de sus líderes. Si no nos creen, tengan la amabilidad de preguntar en la tierra del tequila. Comentarios a rodin2511@hotmail.com.