18/May/2024
Editoriales

La pasión por el fútbol

En el desaguisado del estadio La Corregidora en Querétaro subyace la pasión de fanáticos que apuestan todo en favor del triunfo de su equipo.

Afortunadamente en nuestra Ciudad ya no se ha presentado ese tipo de lamentables encuentros y eso que acaba de celebrarse un clásico entre los Tigres de la UANL y los Rayados del Monterrey.

Desde luego que el fanatismo por este deporte no es exclusivo de México, pues en Inglaterra, por sólo mencionar una nación, hubo en 1985 el llamado ‘desastre de Heysel’ durante un partido de fútbol entre el Liverpool inglés y el Juventus de Italia. 

En esa ocasión los disturbios provocados por los llamados ‘hooligans’ ingleses llegaron al extremo de derribar un muro pereciendo 39 personas.  

La pasión por el fútbol es un sentimiento que no tiene nacionalidad única.

Tengo el recuerdo de hace catorce años que andaba yo caminando con mis dos hijos varones por la adoquinada y peatonal calle San Biagio dei Libral, en Nápoles Italia, y me sorprendió ver que en una taberna, el futbolista argentino Maradona tiene un altar. 

Sin dudarlo un momento entramos a ver de cerca el retrato del argentino encima de una repisa, un rizo de su cabello y un rótulo adorándolo, rodeado de imágenes religiosas y veladoras. 

Nos explicaron que ese futbolista le regresó en los años ochenta la dignidad a esa Ciudad al darle triunfos al equipo del Nápoli frente a las poderosas escuadras del norte de Italia, suficientes para ganar la copa italiana. 

Maradona era lo mejor que habían tenido en Nápoles -dijo el empleado de la taberna- y aunque sabían que bebía, se drogaba y le encantaban las chicas italianas, todo se lo perdonaban cuando lo vestía de azurri.

El fútbol soccer existe desde antes de que en 1857 se fundara el primer equipo de fútbol en Inglaterra y en el mundo. 

El Sheffield, conocido como “Los antiguos” por razones obvias, es el equipo que impuso las reglas como el saque de esquina, el de banda, la prórroga, la muerte súbita y mejoró el largo de la portería, pues antes era una soga que unía los dos postes, usando por primera vez el larguero.

El críquet era el deporte que se jugaba en Gran Bretaña, pero sólo en verano, así que para jugar en invierno, los ingleses inventaron el fútbol soccer moderno, y lo practicaban entre temporadas. Los partidos eran de solteros contra casados, profesionistas contra obreros etcétera, hasta que se fundaron equipos profesionales y el Sheffield se quedó de amateur.

Viendo así de simple la historia del fútbol, mucho menos me explico la pasión italiana por un juego que no es originario de Italia, en donde tienen portentos como su rica gastronomía, la torre de pisa, el coliseo romano, la ópera, y muchas otras cosas de avanzada.

Un altar a un futbolista y extranjero, hasta donde sé, no lo hay ni en Inglaterra que inventaron el fútbol moderno; esto es demasiado para mi breve inteligencia. 

De ninguna manera se justifican los lamentables hechos en Querétaro, mismos que deben ser castigados y ya se están tardando demasiado en hacerlo.

En fin, los humanos somos animales raros, muy raros... y peligrosos.