Internacional

Turquía culpa a militantes kurdos de ataque en Ankara, promete represalia en Siria e Irak

ANKARA/ESTAMBUL  - El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, culpó a combatientes de la milicia siria kurda que trabajan con militantes kurdos dentro de Turquí­a de un ataque con coche bomba que dejó 28 muertos en la capital Ankara, y prometió represalias tanto en Siria como en Irak.

Un auto cargado con explosivos detonó cerca de autobuses militares mientras esperaban en semáforos cerca del cuartel general del Ejército, el Parlamento y edificios del gobierno turco en el corazón administrativo de Ankara a última hora del miércoles.

Davutoglu dijo que el ataque era una clara muestra de que el YPG, una milicia siria kurda que ha estado apoyada por Estados Unidos en el combate contra Estado Islámico en el norte de Siria, era una organización terrorista y que Turquí­a, que es miembro de la OTAN, esperaba cooperación de sus aliados para combatir al grupo.

Pocas horas más tarde, aviones de guerra turcos bombardearon bases en el norte de Irak del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha llevado adelante una insurgencia de tres décadas contra el Estado turco y al que Davutoglu acusó de colaborar en el ataque con coche bomba de Ankara.

Las fuerzas armadas de Turquí­a continuarán los bombardeos de los últimos dí­as sobre posiciones de YPG en el norte de Siria, dijo Davutoglu, prometiendo que los responsables "pagarán el precio".

"El ataque de ayer estuvo dirigido directamente contra Turquí­a y el perpetrador es el YPG y la divisiva organización terrorista PKK. Se tomarán todas las medidas necesarias en su contra", dijo Davutoglu en un discurso televisado.

El presidente Tayyip Erdogan también dijo que las primeras investigaciones sugerí­an que la milicia siria kurda y el PKK estaban detrás del ataque y dijo que 14 personas habí­an sido detenidas.

El brazo armado del YPG negó estar involucrado en el ataque con bomba, mientras un miembro de alto nivel del PKK dijo que no sabí­a quién era el responsable. El ataque fue el último de una serie de bombardeos ocurridos el último año, en su mayorí­a atribuidos a militantes de Estado Islámico.