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El patrón Trump: Afirmaciones primero, buscar hechos después

WASHINGTON - Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a menudo los hechos siguen a la ficción.

Desde los primeros dí­as de su campaña, el presidente ha desarrollado un patrón: Hacer una afirmación escandalosa. Insistir mientras se suceden las crí­ticas. Y esperar a que, con el tiempo, aparezca algo que pueda presentarse como una justificación de su primera afirmación.

Esto volvió a ocurrir esta semana cuando el congresista republicano Devin Nunes, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, reunió a los periodistas para decir que habí­a visto pruebas de que las comunicaciones de miembros del equipo de transición de Trump, y quizá el propio Trump, se habí­an registrado en operaciones legales e "incidentales" de recogida de información durante la campaña.

En un principio, Trump habí­a presentado como un "hecho" que el expresidente Barack Obama "pinchó mis teléfonos en octubre, ¡justo antes de las elecciones!", lo que habrí­a sido ilegal.

Para Trump, las palabras de Nunes eran una confirmación. "Eso significa que tengo razón", dijo el presidente a la revista Time en una entrevista publicada el jueves.

La campaña electoral de Trump se describió como basada en la "posverdad", con una estrategia en la que los detalles y las fuentes no importaban. Entonces provocó un escándalo al afirmar en un mitin en Alabama que habí­a visto imágenes de televisión del 11 de septiembre de 2001 en las que "vi que en Jersey City, en Nueva Jersey, miles y miles de personas celebraban mientras ese edificio se derrumbaba".

Seguidores, periodistas y crí­ticos buscaron en los archivos de diarios y televisoras buscando pruebas que respaldaran esa afirmación. Al final apareció un puñado de referencias a rumores sin pruebas en varias ciudades de Nueva Jersey. Sus asesores se centraron en una: un reporte del Washington Post sobre que las autoridades habí­an "detenido e interrogado a una serie de personas a las que supuestamente se vio celebrando los ataques y celebrando fiestas en tejados mientras veí­an la devastación al otro lado del rí­o".

No hay pruebas de que esas acusaciones se demostraran jamás. Y no se encontró ninguna imagen de "miles" de personas celebrando los ataques en Nueva York. Pero la historia bastó para que Trump y sus seguidores afirmasen que habí­a tenido razón todo el tiempo.

"¿Qué voy a decirles? Tiendo a tener razón. Soy una persona con instinto, resulta que soy una persona que sabe cómo funciona la vida", dijo Trump a Time.

"Predije muchas cosas que tardaron un tiempo", comentó.

La situación se repitió el mes pasado en un mitin en Florida, cuando el presidente hizo un comentario sobre Suecia y sus inmigrantes y refugiados.

"Miren lo que ocurrió anoche en Suecia", dijo. "Suecia. ¿Quién lo habrí­a creí­do? Suecia. Aceptaron muchos. Están teniendo problemas que nunca creyeron posibles".

El comentario causó sorpresa porque la noche anterior no habí­a ocurrido ningún incidente en Suecia. Los confusos suecos acudieron a Twitter para burlarse del presidente.

Trump se defendió al dí­a siguiente, diciendo que se referí­a a un reportaje en Fox News sobre los inmigrantes y Suecia. Pero pronto tuvo una nueva justificación cuando se desataron disturbios en un barrio de Estocolmo con mucha población inmigrante.

"Hablé sobre Suecia y puede que fuera algo diferente, pero al dí­a siguiente, dos dí­as después, tuvieron un enorme disturbio en Suecia, exactamente lo que yo decí­a. Yo tení­a razón en eso", dijo Trump en la entrevista, restando importancia al hecho de que estaba afirmando haberse referido a algo que aún no habí­a ocurrido.

"Puede expresarlo como quiera. Un dí­a más tarde tuvieron un horrible, horrible disturbio en Suecia y usted vio lo que ocurrió", dijo.

En otros casos, Trump ha defendido sus afirmaciones sin pruebas afirmando que sólo estaba compartiendo reportes noticiosos, a los que a menudo tacha de "falsos".

Al igual que señaló que no se le deben exigir responsabilidades por retuits o por los comentarios de otros, culpó a la prensa de sus acusaciones de que el padre de su antiguo rival Ted Cruz estuvo implicado en el asesinato del presidente John F. Kennedy o de que Obama habí­a ordenado a la inteligencia británica que le espiara.

"Sólo estoy citando el periódico, igual que cité al juez el otro dí­a, el juez Napolitano", dijo en referencia al National Enquirer, un tabloide que se reparte en supermercados, y a un comentarista de Fox News.

En la entrevista con Time, Trump negó que estuviera dañando la credibilidad de su cargo al repetir afirmaciones sin confirmar.

"Cito a personas muy respetadas y fuentes de importantes redes de televisión", dijo, y mencionó las grandes multitudes que ha reunido en mí­tines recientes en Nashville, Tennesse y Louisville, Kentucky, como prueba de su posición.

"El paí­s me cree", añadió.

"Mire, entre tanto, supongo que no lo estoy haciendo tan mal porque yo soy presidente y usted no. Ya sabe".