Los bloqueos masivos de COVID-19 del régimen comunista chino han provocado indignación pública. El 21 de marzo, cientos de residentes de una comunidad encerrada en el distrito de Nanshan, de Shenzhen, protestaron exigiendo su libertad.

Un hombre de la comunidad murió durante el confinamiento. Un residente contó los eventos a la edición china de The Epoch Times el 24 de marzo.

Lin Nan (seudónimo), residente en el distrito de Nanshan, en Shenzhen, dijo que la protesta grupal que ocurrió el 21 de marzo fue provocada por personal que insultó a una residente con su hijo cuando esperaba en la fila para hacerse la prueba. Los residentes gritaron en voz alta, exigiendo que se levantara el bloqueo. Rompieron los controles de prevención de la pandemia y volcaron las vallas de hierro que le impedían salir a los vecinos.

Lin dijo: “El conflicto comenzó el lunes (21 de marzo). Hemos estado encerrados aquí durante un mes con pocos suministros enviados por las autoridades. Cuando estábamos haciendo fila en la comunidad para realizar las pruebas de ácido nucleico, el personal de pruebas les dijo a las personas que se acercaran más. La mujer con el niño preguntó si las personas deberían mantenerse a un metro de distancia entre sí. Uno de ellos respondió, maldiciendo a la mujer en voz alta: ‘Todos ustedes merecen estar encerrados, y es mejor que no se les permita salir durante unos meses o incluso un año’. Así como así, estalló un conflicto. Los residentes enojados derribaron las cercas y los guardias de seguridad se apresuraron a detenerlos”.

Lin dijo que los residentes se quedaron allí protestando. Exigieron a las autoridades levantar el confinamiento. Los residentes fueron a la puerta de hierro del complejo residencial para protestar a las 10 a.m. y le pidieron al secretario del distrito de Nanshan del Partido Comunista Chino (PCCh) que fuera a reunirse con ellos para resolver el problema. El secretario del partido les respondió finalmente en persona a las 9:30 p.m. que tenía una reunión con expertos en control de pandemias y que el bloqueo se mantendría en el barrio durante 7 días más, a pesar de que no había ningún reporte de contagio allí. “Dijeron que no hay nada malo en el cierre”, dijo Lin.

Lin dijo que el secretario del partido no solo no respondió a las demandas de la gente de levantar el bloqueo, sino que también movilizó a la policía y amenazó con arrestar a la gente.

Ella dijo: “El secretario no pudo responder las preguntas que le hicimos, por lo que llamó a muchos policías y al equipo SWAT. Bloquearon toda nuestra calle. Como hay más de 600 residentes aquí, tienen miedo de que nos escapemos del vecindario.

“Llegó la policía en tres micros, y había más en motos. Por la noche, el secretario del partido dijo que, si seguíamos protestando, la policía nos llevaría. Así que nos fuimos a casa, ya que mucha gente tiene miedo de ser arrestada”.

Lin agregó que los precios en el área local se están disparando debido al cierre y la gente no puede salir a trabajar. Algunas personas no pudieron soportarlo más y querían saltar del edificio. Lin dijo: “Justo al lado nuestro, había un hombre que intentó saltar del edificio y lo detuvimos”.

Lin también reveló que un vecino murió durante el cierre y el cadáver en descomposición alarmó a otros vecinos, pero los funcionarios bloquearon la noticia.

“El que murió era un hombre de 37 años. No sé cómo murió. Mucha gente dijo que murió a causa del confinamiento. La oficina comunitaria no nos dijo cómo murió. Algunas personas dijeron que murió de hambre; algunas personas dijeron que murió por la desesperación causada por el encierro. Nadie sabía. Algunos olieron el hedor de su casa y lo reportaron a la oficina comunitaria. Y luego ese personal con ropa protectora blanca entró y sacó el cuerpo”, dijo.