Junio 19: Dí­a del Padre. La paternidad biológica entre los mamí­feros es determinada por la aportación de espermatozoides en la concepción de un nuevo ser viviente. Pero el concepto de paternidad humana es mucho mayor, pues se trata de la persona que se hace cargo, junto con la madre, de la manutención, crianza y educación de su hijo.

En muchos paí­ses católicos se celebra en su honor, el 19 de marzo por ser el dí­a de San José, el padre de Jesús de Nazaret. En México, es a partir de la década de los años cincuenta del siglo XX cuando se toma el tercer domingo de Junio como la fecha especial para celebrar a los padres.

La influencia de un padre en la vida de sus hijos puede llegar a ser tan grande como el de la madre y en ciertos casos, mayor. Para comenzar, su nombre o su apellido acompaña siempre a sus descendientes, así­ como la referencia social y muchas veces económica. El oficio del padre muchas veces es heredado a sus hijos por ser el que ven desde niños, y su prestigio, para su bien o para su mal, igual forma parte de la herencia paterna.

El padre encarna la autoridad en la familia, lo que constituye un respaldo a la madre debido a que normalmente ella es la que tiene el contacto cotidiano con los crí­os y por lo mismo requiere para sentar las reglas de comportamiento al interior del clan o familia, una figura menos desgastada en los quehaceres y discusiones familiares. Sin embargo, esto ha venido cambiando desde que en sociedades como la mexicana, la mujer se incorpora a la vida productiva, estando tanto tiempo fuera del hogar como lo está el padre.

En este sentido, ahora hay una nueva distribución de los quehaceres y responsabilidades familiares, pero siempre la figura del padre es importante. El crecimiento de los divorcios ha generado que más frecuentemente existan mujeres haciendo el papel de madre y de padre al mismo tiempo, lo que representa para ellas una fuerte carga de todo tipo: familiar, social y económica.

Hasta la generación anterior, en nuestra sociedad mexicana, el padre era alguien distante de los hijos, no conviví­a mucho con ellos debido a que tení­a ese trato no escrito con su pareja para desempeñar el papel de última instancia en los diferendos familiares. Hoy esto también se ha venido modernizando y hay más diálogo entre todos. En nuestro estado de Nuevo León, se acostumbra que las familias convivan con su padre y si ya no vive se les recuerda con cariño. ¡Feliz Dí­a del Padre!