CIUDAD DE MEXICO - La organización no gubernamental Causa en Común contabilizó 370 asesinatos de niños en los 11 meses de este año, la mayor parte en medio de la pandemia iniciada el 28 de febrero con el primer caso positivo y el 18 de marzo con el primer fallecimiento.
Aunque sin precisar si los episodios se acentuaron a causa del prologado confinamiento derivado de la crisis sanitaria, la ONG basó su recuento sólo en los hechos consignados por la prensa diaria, tanto impresa, como electrónica y digital.
"Galería del horror: atrocidades registradas en medios periodísticos" es el nombre del estudio que detectó al menos 5.000 actos de "extrema violencia" contra menores de edad, que no duda en calificar como "atrocidades".
Entre los hechos documentados sobresalen el de Héctor y Alan, dos niños de origen mazahua de 14 y 12 años respectivamente, que fueron torturados, asesinados y descuartizados en la Ciudad de México en noviembre pasado y que ganaron amplios espacios en los medios informativos.
Se menciona también el caso de un niño de 3 años asesinados en a balazos durante un asalto a una familia que recién había comprado un árbol de Navidad en el estado de México, cerca de la capital.
Otro incidente se refiere a una niña de año y medio que fue muerta a puñaladas aparentemente por su padrastro en el estado norteño de Sonora.
La ONG calificó de lamentable que el presidente Andrés López Obrador haya presumido hace poco que su gobierno es el que más ha protegido a las niñas y los niños" en el país, cuando la realidad muestra lo opuesto.
Sin embargo, también reprochó a los gobiernos de los estados por su "indolencia e ineptitud" ante este fenómeno.
"Es indignante que el presidente siga negando que en el país ocurren masacres y que minimice las atrocidades que tienen lugar todos los días".
La presidenta de la organización Causa en Común, María Elena Morera, emplazó a los gobiernos federal y locales a reconocer "la gravísima crisis de inseguridad que vivimos, asumir su responsabilidad de enfrentarla y respetar y atender a las víctimas".
Los estados con más víctimas de agresiones contra niños, niñas y adolescentes son el central de Guanajuato (el epicentro de la violencia en el país), el occidental de Jalisco, el norteño de Chihuahua y los sureños de Michoacán y Guerrero.
Guadalupe Ocejo, presidenta de la Asociación Civil Aldea de Oportunidades estima que México es uno de los principales países donde los niños sufren mayor violencia intrafamiliar.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, 63% de los menores de 14 años, sufren agresiones físicas y sicológicas como parte de su formación.
En mayo pasado, la Unicef denunció un notable aumento de la violencia contra niños y adolescentes en México, durante el periodo de confinamiento por la pandemia de coronavirus Covid-19.
Desde antes de la pandemia, este país latinoamericano sobresalía por sus altos índices de violencia contra este sector demográfico.
En 2019, México ya ocupaba el primer lugar a nivel mundial en violencia física y homicidio de menores de 14 años, en tanto que las violaciones sexuales en este grupo de población aumentan año con año.
Según la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados en 2018 se denunciaron 30 mil casos de posibles delitos sexuales, y en 2015 hubo 27.000.
Alrededor de 4.5 millones de niños son víctimas de abuso sexual, pero la cifra real sería todavía mayor por cuanto los expertos consideran que sólo se contabiliza el 2% de las cifras reales.
Unicef estima que México cuenta de los presupuestos más bajos en la prevención de abusos contra niños y tan sólo 1% de los recursos para la infancia se destinan a protección contra violencia, abuso y explotación.
La espiral de violencia que enfrenta desde hace 14 años este país, con un saldo de más de 300.000 muertos y más de 77.000 desaparecidos, influye también en el aumento a las atrocidades contra los infantes, según los especialistas
