De Reagan se han dicho muchas cosas pues sus carreras en el cine y en la política son muy conocidas. En 1964 fue a un casting para el papel de presidente en la película El mejor Hombre, pero el productor Walter R. Hagen, lo descalificó porque “no parece tan inteligente como para resultar creíble de estadista”. 

Pero en 1965 se presentó como candidato republicano para gobernador de California. Su rival, Pat Brown, resucitó una vieja película de Reagan “Bed Time for Bonzo” de 1945, comedia ridícula en donde Ronald era un profesor que vivía con un chimpancé hablador. 

Brown pagó de su bolsillo el relanzamiento de la película en cuyo cartel aparecía Reagan abrazando al mono, pero le añadió un nuevo slogan: “adivine cuál de estos dos está más preparado para ser gobernador”. 

A Brown le salieron mal sus cálculos, pues la gente salía del cine pensando en votar por Reagan debido a que en el fondo aparecía como un hombre tierno. Hay muchos otros inexplicables ejemplos en los que los electores reaccionan favorablemente al candidato que hace el ridículo. En fin, lo cierto es que Reagan no hizo tan mal papel como presidente, si lo comparamos con otros que posteriormente han sido inquilinos de la Casa Blanca.