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Reporte Especial: los narcotúneles, la técnica que permitió al “Chapo” Guzmán superar a sus rivales

El próximo viernes 5 de noviembre comenzará el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, líder del Cártel de Sinaloa.

 Calificado ya como uno de los casos más importantes de los últimos años, el juicio sacará a la luz varios detalles desconocidos de la vida de crímenes del capo más importante de la droga en los últimos 20 años.

 Se trata de un apodo poco conocido de Guzmán Loera: “El Rápido”.

 Cabe mencionar que el apodo de “El Chapo” se refiera a la estatura del capo de la droga, pues así le dicen en Sinaloa a los chaparros. Joaquín Guzmán Loera mide apenas 1.64 metros.

 El apodo de “El Rápido” proviene de aquellos años en que Guzmán Loera formaba parte del ahora extinto Cártel de Guadalajara.

 Liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, el Cártel de Guadalajara tenía nexos con la mafia colombiana, a quien le ayudaba a traficar su droga, principalmente cocaína, a Estados Unidos.

 Incluso, algunos de ellos, principalmente de los inicios de su vida en el narcotráfico, ya han salido a la luz.

 El traficante estrella del Cártel de Guadalajara era Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, quien comandaba una flotilla de aviones con las que llevaba la droga colombiana que llegaba a México a tierras norteamericanas.

 Tras la detención de “El Jefe de Jefes”, así como de Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, terminó con el Cártel de Guadalajara como se conocía.

 La organización se dividió en tres cárteles: el de Juárez, liderado por “El Señor de los Cielos”; el de Tijuana, de los hermanos Arellano Félix; y de Sinaloa, comandado por Guzmán Loera.

 Para no ser desplazado por los otros cárteles, más cuando Amado Carrillo era el narcotraficante favorito de los colombianos, “El Chapo” tuvo que idearse formas más seguras pero sobre todo rápidas para cruzar la droga de México a Estados Unidos.

 Así Guzmán Loera comenzó con una de las prácticas criminales que más fama le dieron: los “narcotúneles”.

 El Cártel de Sinaloa cruzaba por debajo de la tierra la frontera y llevaba la droga a su destino, más rápido de lo que Amado Carrillo podría hacerlo por aire.

 La eficacia de Joaquín para traficar droga fue tal que, de acuerdo con la Administración para el Control de la Droga (DEA, por sus siglas en inglés), llegó a cruzar diario a tierras estadunidenses la “mercancía” que viajaba en 10 vuelos que llegaban a México proveniente de Colombia.

 Por ello, los colombianos fueron quienes apodaron a Guzmán Loera como “El Rápido”.